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Tras reunirse el Grupo de Estrategia en la ciudad de París, llegaron a
la conclusión que por el momento no se propondrán cambios en los motores hasta
pasado 2016, a cambio, los equipos han solicitado una mayor libertad
aerodinámica para la próxima temporada.
La intención
es incrementar el espectáculo recuperando la esencia, pero sin modificar la
estructura de sus motores. Buscando otro camino, se han propuesto dos opciones:
1) Modificar los coches y los neumáticos para 2016, caso en el cual los motores no se tocarían en relación a lo visto hasta ahora.
1) Modificar los coches y los neumáticos para 2016, caso en el cual los motores no se tocarían en relación a lo visto hasta ahora.
2) Esperar hasta 2017 para realizar modificaciones mucho más grandes, las cuales incluirían mayor potencia en los propulsores.
Mientras tanto, seguirán analizando la forma de aumentar la potencia de los propulsores sin necesidad de modificar la arquitectura de estos nuevos Turbos V6. Se estudiará eliminar el medidor de flujo de combustible que se ha erigido como corazón de esta nueva normativa basada en la eficiencia y que limita los monoplazas a utilizar 100kg de gasolina (130 litros) y a un máximo de tasa de flujo de combustible de 100kg por hora.
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