Muchos apasionados no lo conocen porque estuvo a la sombra de los pilotos que siempre eligió Ferrari para acompañar o sustituir a Michael. Es ese tipo de hombre que siempre llenó un lugar en la foto, sin quererlo, o que siempre armaba el escenario para que en el show se lucieran los otros.
La última vez que se escuchó el nombre de Luca Badoer oficialmente en la F1 fue en la temporada 99, hace unos diez años justamente, cuando en Maranello decidieron pagarle un campeonato en el equipo Minardi.
Ese mismo año, Michael se fracturó las piernas en Silverstone, pero ni siquiera la gravedad de su impactó ayudó al hombre de Montebelluna, que decepcionado continuó corriendo para Minardi, mientras en Ferrari Mika Salo hacía de las suyas.
De haber terminado el GP de Luxemburgo de esa temporada, su historia hubiera sido otra. En una carrera que fue para el infarto y terminó ganando por primera vez Stewart con Johnny Herbert, Badoer debió abandonar cuando marchaba cuarto, lo esperaba el podio. Su imagen, llorando dentro del Minardi que yacía a un costado de la mojada pista con el motor desecho, permanece imborrable en la retina de los que se acuerdan de ese Gran Premio.
Pero en la Fórmula 1 aunque todo suceda muy rápido, las recompensas suelen llegar tarde, sólo es cuestión de saber esperar, de tener un amigo como Michael Schumacher, y una década después, Luca Badoer comienza a sacarse la espina.
Al dar cuenta realmente que su cuello no estaba en condiciones para su regreso a la F1, Schumi no tardó en promover al histórico tester de la Scudería. Nadie mejor que Michael conoce a Luca Badoer. Nadie mejor que Luca conoce a Michael. El italiano de hecho conocía como ningún otro su puesta a punto.
Los números de Luca Badoer en la F1 pasan desapercibidos. Luca debutó en la máxima en 1993 con el equipo Lola, propulsado por motores Ferrari. No pudo completar la temporada por los conflictos internos que azotaban al equipo. Volvió al circo en 1995 con el equipo Minardi y en el 96 corrió con la escudería Forti. Repitiendo en 1999 con la escudería de Faenza. Pero sus años como piloto probador, sus temporadas de exclusiva fidelidad valen más que cualquier número, que mil palabras. Años de secreto que en su momento quiso pagar McLaren, y alguna que otra escudería importante. Pero Badoer nunca los abandonó.
"Mi primer pensamiento es para Felipe. Su accidente me impresionó mucho. Estoy muy contento de que la situación haya mejorado tan rápidamente. Le deseo todo lo mejor y deseo volver a verle sobre el asfalto lo antes posible."
"También quiero dar las gracias a Luca di Montezemolo y a Stefano Domenicali por la que fe que han demostrado tener en mí y por el honor que me supone poder contar con su coche para disputar una carrera. Voy a dar lo mejor por ellos y por todos los fans de Ferrari, que, estoy seguro, me darán su apoyo".
"Aunque este año la normativa prevé una reducción drástica de kilometraje en la realización de test, he seguido preparándome por si una circunstancia como ésta se daba. Algo que he venido haciendo durante los últimos años porque llevo ya bastante tiempo en este negocio. Desde que Felipe sufriera el accidente, he intensificado mi programa de entrenamiento, así que, desde ese punto de vista, no tendré ningún problema".
"Desde que era niño, soñaba con disputar una carrera para Ferrari y ahora tengo la oportunidad de hacerlo realidad. Lo siento realmente por Michael, porque sé lo importante que era para él volver y hacerlo bien. Esto lo digo como su amigo y como su fan. Sé que siempre tendrá un buen consejo para mí y que me apoyará".
La última vez que se escuchó el nombre de Luca Badoer oficialmente en la F1 fue en la temporada 99, hace unos diez años justamente, cuando en Maranello decidieron pagarle un campeonato en el equipo Minardi.
Ese mismo año, Michael se fracturó las piernas en Silverstone, pero ni siquiera la gravedad de su impactó ayudó al hombre de Montebelluna, que decepcionado continuó corriendo para Minardi, mientras en Ferrari Mika Salo hacía de las suyas.
De haber terminado el GP de Luxemburgo de esa temporada, su historia hubiera sido otra. En una carrera que fue para el infarto y terminó ganando por primera vez Stewart con Johnny Herbert, Badoer debió abandonar cuando marchaba cuarto, lo esperaba el podio. Su imagen, llorando dentro del Minardi que yacía a un costado de la mojada pista con el motor desecho, permanece imborrable en la retina de los que se acuerdan de ese Gran Premio.
Pero en la Fórmula 1 aunque todo suceda muy rápido, las recompensas suelen llegar tarde, sólo es cuestión de saber esperar, de tener un amigo como Michael Schumacher, y una década después, Luca Badoer comienza a sacarse la espina.
Al dar cuenta realmente que su cuello no estaba en condiciones para su regreso a la F1, Schumi no tardó en promover al histórico tester de la Scudería. Nadie mejor que Michael conoce a Luca Badoer. Nadie mejor que Luca conoce a Michael. El italiano de hecho conocía como ningún otro su puesta a punto.
Los números de Luca Badoer en la F1 pasan desapercibidos. Luca debutó en la máxima en 1993 con el equipo Lola, propulsado por motores Ferrari. No pudo completar la temporada por los conflictos internos que azotaban al equipo. Volvió al circo en 1995 con el equipo Minardi y en el 96 corrió con la escudería Forti. Repitiendo en 1999 con la escudería de Faenza. Pero sus años como piloto probador, sus temporadas de exclusiva fidelidad valen más que cualquier número, que mil palabras. Años de secreto que en su momento quiso pagar McLaren, y alguna que otra escudería importante. Pero Badoer nunca los abandonó.
"Mi primer pensamiento es para Felipe. Su accidente me impresionó mucho. Estoy muy contento de que la situación haya mejorado tan rápidamente. Le deseo todo lo mejor y deseo volver a verle sobre el asfalto lo antes posible."
"También quiero dar las gracias a Luca di Montezemolo y a Stefano Domenicali por la que fe que han demostrado tener en mí y por el honor que me supone poder contar con su coche para disputar una carrera. Voy a dar lo mejor por ellos y por todos los fans de Ferrari, que, estoy seguro, me darán su apoyo".
"Aunque este año la normativa prevé una reducción drástica de kilometraje en la realización de test, he seguido preparándome por si una circunstancia como ésta se daba. Algo que he venido haciendo durante los últimos años porque llevo ya bastante tiempo en este negocio. Desde que Felipe sufriera el accidente, he intensificado mi programa de entrenamiento, así que, desde ese punto de vista, no tendré ningún problema".
"Desde que era niño, soñaba con disputar una carrera para Ferrari y ahora tengo la oportunidad de hacerlo realidad. Lo siento realmente por Michael, porque sé lo importante que era para él volver y hacerlo bien. Esto lo digo como su amigo y como su fan. Sé que siempre tendrá un buen consejo para mí y que me apoyará".
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