Después de la gloria, los despidos

No habían pasado 24 horas de la estruendosa victoria de Brawn GP en la Fórmula 1, que la gente de Brackley tenía que volver a la dura realidad de la crisis económica y sus consecuentes reducciones drásticas.
Al BGP001 por momentos no hay quien lo pare dentro de la pista, pero son los billetes los que lo hacen andar y para que estos puedan durar toda la temporada, hay que achicar personal.
En breve la escudería de Ross Brawn GP dejará sin trabajo a un 40% de sus trabajadores. Pero no es una decisión estrictamente financiera de una multinacional, sino el paso obligado de la supervivencia.

"Es desafortunado que tengamos que hacer esto, pero ha habido un cambio en la normativa y ahora somos un equipo privado," se disculpaba Nick Fry, director ejecutivo del equipo de Brackley.
Si bien la extensión del contrato de patrocinio con Virgin Group, pueda traer millones frescos para Brawn luego del GP de Malasia. Está claro que los nuevos presupuestos anuales serán mucho menores que en la época de Honda por lo que están urgidos de achicar números.
"En este momento somos unas 700 personas y hemos hablado de reducir el personal a unas 430 o algo así, que es lo que éramos en 2004 como BAR," concluía Fry.