La
escudería defensora de ambos títulos abrió las puertas de su garaje unos
cincuenta minutos antes que comenzara la actividad en pista para enseñarnos
oficialmente su nuevo modelo W06.
Luego,
al final de la jornada, terminaríamos anonadados por cantidad de vueltas que
completaron, mientras que sus rivales desmoralizados. Pero en cuanto a lo
visual, Mercedes presenta algunos cambios en su diseño. En el tren delantero
han preferido adoptar un morro similar al que mostró Lotus, y en líneas
generales se lo ve refinado en todas las áreas, con un color plateado más
claro, que sólo presenta contraste con escala de grises más fuertes en la parte
del cubremotor donde resalta aún más la estrella de la marca germana.
Volviendo
a la trompa, aunque se asemeja a la de Lotus, se puede ver como el morro es mucho más fino y estrecho. El hueco que queda
por la parte inferior entre los pilares es mínimo. Un trabajo de verdadera
miniaturización. Las entradas de los pontones se reducen ostensiblemente y se
elevan dejando una entrada que es casi una rendija y una inmensa zona escavada
por debajo.
También
destaca la tapa del motor, que es quizá la más pequeña de toda la
parrilla y se ha realizado una labor para refinar toda la cresta.
Por
último, en cuanto a la zaga trasera todo está muy compactado, pero destaca el
canal inferior que se ha creado entre el final de la carrocería y la parte
superior del difusor trasero. Y corre tan endiabladamente como
el de 2014.
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