El piloto suizo admitió recientemente que su segunda temporada en la F1 con Toro Rosso dejo mucho que desear, aceptando el por qué de las especulaciones sobre su salida de la escudería.
Es por ello que de cara a su tercer año dentro del equipo, Buemi ha optado por cambiar a su mecánico, a su entrenador personal y así empezar el 2011 de una manera totalmente distinta.
“No tengo excusas. Como máximo hay explicaciones, pero eso ya es un análisis del equipo. Pero sé por qué ha pasado, hay mucho de qué hablar con los mecánicos e ingenieros. Y ahora, tengo un nuevo mecánico jefe. No es la solución pero es una de las cosas que tengo que arreglar”, reconocía Sebastien Buemi.
Pero no es lo único que había que modificar. “También he cambiado de fisioterapeuta. Mi actual entrenador, un italiano, me dio muy poco apoyo moral. La Fórmula 1 no es solo entrenamiento y pilotaje, tu fisio necesita hacer algo más que aguantar tu casco y botella de bebida”, declaraba Buemi, muy duro contra su personal y a la espera de quien será su nuevo fisioterapeuta, el austríaco Helmut Fink, que antes trabajaba con Nick Heidfeld en BMW Sauber.
No obstante, a pesar de que le ha achacado a su ex fisio de no ayudarlo moralmente, el suizo es consciente de que los errores que mostró en 2010 fueron únicamente causados por él. “Sí, decepcioné a mi equipo un montón de veces cuando no me mostraba agresivo o estaba distraído, de ahí los accidentes. Pero 2010 ya ha acabado y sé que en la nueva temporada mejoraré", asumía Buemi.
Es por eso que de cara a 2012 y a lo que será la temporada 2011 no da por seguro su continuidad dentro del equipo. “No estoy preocupado por ser más lento. Tengo confianza en mi mismo. Pero nunca puedes estar en lo cierto. Desde 2005 Red Bull me ha dado mucho apoyo y espero ser parte de esta familia durante mucho tiempo, y correr algún día con su gran escudería", finalizaba el suizo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario