31 de enero de 2016

Puso la casa en orden


Cuando no hay Fórmula 1 y uno tiene que matar el tiempo hasta febrero, o la llegada de la pretemporada, uno se toma el tiempo de leer detenidamente entrevistas de ciertos personajes de la máxima categoría, como son los jefe de equipos, pilotos, en fin, apellidos importantes.

Justamente Eric Boullier es uno de los apellidos importantes del último lustro. Se ganó una buena reputación como Jefe de Lotus en su momento y ahora goza de mando en McLaren. Pero claro, no es la McLaren dominante, glamorosa de antes. Sino la rustica y austera de los últimos años, que se ha alejado de los éxitos para encariñarse con los fracasos.

Y vienen de uno muy fuerte, de su primer año de reencuentro con Honda, que mas que reencuentro fue un desencuentro porque no pegaron ni una. Pero que difícilmente vuelvan a repetir, porque no solamente han encontrado lo que tenían que solucionar en la pista, sino fuera de ella, donde se hace el trabajo fuerte de ingeniera, y donde McLaren se había convertido más en un sustantivo, que en un verbo.

En una entrevista para la web italiana F1i, Boullier reconoció que al llegar a McLaren en 2014 se encontró con una inesperada desorganización, que lo desencantó por completo.

“Empecé a pasearme por los departamentos para conocer al personal y ver cuáles eran los puntos fuertes y débiles de McLaren. Y rápidamente me di cuenta que el equipo era más una empresa de ingeniería que un equipo de carreras”, recuerda el francés.

Así que: “Mi primera obligación fue reestructurarlo todo: el departamento de ingeniería no iba a decidir lo que el departamento de carreras haría, pero tampoco al revés. También me cargué la anterior estructura, que era complicadísima y con muchos cargos pomposos que inflaban, aún más, egos desmedidos”, revelaba Eric.

“Empecé casi de cero, creando una organización lo más simple posible. Algunas personas no estaban muy contentas, pero el cambio era necesario. No tengo un instinto asesino, pero es verdad que puedo poner en evidencia a los que no cumplen con mis expectativas. Puedo centrarme realmente en la sección de ingeniería y la deportiva. Me han dado el poder de cambiar lo que crea conveniente, incluso la maquinaria que se usa para fabricar los distintos elementos,” justificó su acción Boullier.

Visto que Honda asegura haber hecho su parte, y que en McLaren se ha modificado también lo que estaba mal, ahora que pasado el tiempo para que de sus frutos, hay evidencia de sobra para prometer que el 2016 no será horroroso como el 2015.

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