Cuando no hay Fórmula 1 y
uno tiene que matar el tiempo hasta febrero, o la llegada de la pretemporada,
uno se toma el tiempo de leer detenidamente entrevistas de ciertos personajes
de la máxima categoría, como son los jefe de equipos, pilotos, en fin,
apellidos importantes.
Justamente Eric Boullier es uno de
los apellidos importantes del último lustro. Se ganó una buena reputación como
Jefe de Lotus en su momento y ahora goza de mando en McLaren. Pero claro, no es
la McLaren dominante, glamorosa de antes. Sino la rustica y austera de los
últimos años, que se ha alejado de los éxitos para encariñarse con los
fracasos.
Y vienen de uno muy fuerte, de su primer
año de reencuentro con Honda, que mas que reencuentro fue un desencuentro
porque no pegaron ni una. Pero que difícilmente vuelvan a repetir, porque no
solamente han encontrado lo que tenían que solucionar en la pista, sino fuera
de ella, donde se hace el trabajo fuerte de ingeniera, y donde McLaren se había
convertido más en un sustantivo, que en un verbo.
En una entrevista para la
web italiana F1i, Boullier reconoció que al llegar a McLaren en 2014 se encontró con
una inesperada desorganización,
que lo desencantó por completo.
“Empecé a pasearme por los departamentos para conocer al personal y ver cuáles
eran los puntos fuertes y débiles de McLaren. Y rápidamente me di cuenta que el
equipo era más una empresa de ingeniería que un equipo de carreras”,
recuerda el francés.
Así que: “Mi primera obligación fue reestructurarlo todo: el departamento
de ingeniería no iba a decidir lo que el departamento de carreras haría, pero
tampoco al revés. También me cargué la anterior estructura, que
era complicadísima y con muchos cargos pomposos que inflaban, aún más, egos
desmedidos”, revelaba Eric.
“Empecé casi de cero, creando una organización lo más simple posible.
Algunas personas no estaban muy contentas, pero el cambio era necesario. No
tengo un instinto asesino, pero es verdad que puedo poner en evidencia a los
que no cumplen con mis expectativas. Puedo centrarme realmente en la sección de ingeniería y la deportiva. Me
han dado el poder de cambiar lo que crea conveniente, incluso la maquinaria que
se usa para fabricar los distintos elementos,” justificó
su acción Boullier.
Visto que Honda asegura haber hecho su parte, y que en McLaren se ha
modificado también lo que estaba mal, ahora que pasado el tiempo para que de sus frutos, hay evidencia de sobra para prometer que
el 2016 no será horroroso como el 2015.
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