El austriaco, hasta hace poco dueño de la mitad de Toro Rosso, hizo una dura crítica de como se maneja el sector interno del circo.
A semanas de devolverle la mitad de STR a la firma Red Bull, el legendario ex piloto de Ferrari y McLaren, entre otras escuderías, aseguró que no es la crisis económica lo que puede acabar con la F1 sino el manejo que realizan algunos sectores de la máxima categoría.
"A la F1 no solo le afecta la crisis financiera mundial: la crisis de nuestro deporte también se debe a factores internos," declaraba Berger al periódico suizo Sonntags Blick. Y afirma: "Lo que se está haciendo ahora con presupuestos de 300 millones de dólares al año puede hacerse también con 30 millones, cuando se recupere la razón".
"La Fórmula Uno está en una situación precaria," insiste Berger. "Los organizadores de los circuitos tradicionales ya no pueden permitírselo. Los altos costes suponen que ya no puede cubrirse con los patrocinadores normales y con la F1 a este nivel, los constructores solo se mantendrá durante un cierto tiempo," alerta el austriaco.
Respecto a la venta de su cincuenta por ciento de Toro Rosso luego de una temporada tan histórica para la escudería y para la categoría, Berger ha asegurado que no está para nada arrepentido y explica porque fue el motivo.
"Tenía que ver la Fórmula Uno como un negocio y no quiero negocios en un entorno que no es apropiado," decía.
"A la F1 no solo le afecta la crisis financiera mundial: la crisis de nuestro deporte también se debe a factores internos," declaraba Berger al periódico suizo Sonntags Blick. Y afirma: "Lo que se está haciendo ahora con presupuestos de 300 millones de dólares al año puede hacerse también con 30 millones, cuando se recupere la razón".
"La Fórmula Uno está en una situación precaria," insiste Berger. "Los organizadores de los circuitos tradicionales ya no pueden permitírselo. Los altos costes suponen que ya no puede cubrirse con los patrocinadores normales y con la F1 a este nivel, los constructores solo se mantendrá durante un cierto tiempo," alerta el austriaco.
Respecto a la venta de su cincuenta por ciento de Toro Rosso luego de una temporada tan histórica para la escudería y para la categoría, Berger ha asegurado que no está para nada arrepentido y explica porque fue el motivo.
"Tenía que ver la Fórmula Uno como un negocio y no quiero negocios en un entorno que no es apropiado," decía.
En las condiciones actuales Gerhard aclara que no podía permitirse llevar adelante un equipo en solitario cuando Red Bull también quiere tener la propiedad completa para tener las 'manos libres' en la dirección de sus equipos. Por lo que considera que lo ha dejado en el momento adecuado.
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