La verdad que me dejo sin defensas, sin argumentos. Tengo que reconocer que Lewis Hamilton ganó claramente, con contundencia, pero sobre todo por acierto, porque eligió el momento adecuado, cuando el resto de sus rivales no, y eso es irrefutable.
Estoy ciento por ciento
seguro que de no haber ganado, otros hubieran sido sus gestos en el podio y
hubiéramos tenido la segunda parte de su versión de Mónaco. Pero no fue así,
esta vez eligió y acertó. Lo que significa que esta vez el acierto fue de él, y
en Mónaco el error fue del equipo…
Pero bueno… no me quiero
ir para otro lado, a ver si hiero susceptibilidades. La realidad es que fue tan
exacto, tan preciso, que su compañero Nico Rosberg, hombre gentil y respetuoso
de las formas, del protocolo, acusó el golpe con gestos adustos, con mira
perdida hacia abajo a un costado, reconociendo que se sintió ganador por unos
segundos hasta que se dio cuenta que lo que tenía que asumir era la derrota.
“Ha sido una carrera muy dura. Estaba empujando muy fuerte para intentar alcanzar a Lewis con estas condiciones difíciles, pero él tomó la decisión adecuada en el momento de entrar en boxes y ahí fue donde lo perdí”, ha reconocido Nico el germano, tras comentar primero que al detenerse su compañero pensaba que se había equivocado.
Es cierto que el equipo
Williams le hizo la vida fácil al británico, que la mala gestión de sus pilotos
fue tan pésima que los llevo al fracaso no una sino dos veces. Cuando marchaban
en seco luego de una increíble y letal largada que los posicionó adelante con
ambos coches. Con un Massa iluminado, pero un Bottas mucho más rápido que fue
frenado cuando se podría haber escapado tranquilamente. Y cuando luego de haber
desechado esta oportunidad la lluvia les dio otra y se durmieron de nuevo,
tardando más de lo debido. Si al menos se hubieran jugado con uno de los dos,
tal vez hoy el moreno no se estuviera achacando el éxito que antes considero
error del equipo.
Porque no hay que olvidar
que tras el primer relanzamiento de la carrera, Hamilton fue por la posición de
Massa y terminó perdiendo también con Bottas, siendo que luego en carrera ambos
se les pusieron insuperables. Pero Williams nunca entendió que tenían que
soltar la liebre, que estaban conteniendo a un Bottas que rodaba un segundo más
rápido detrás de su compañero, el cual de haber pasado al frente con otra
estrategia hubiera esperado a la lluvia de canto. Por el contrario, decidieron
mantener la jerarquía de Massa que rodaba con neumáticos más desgastados, lo
que le bastó a Mercedes con adelantar la parada del moreno.
Siendo que luego, cuando se largó la lluvia, las cartas se dieron de nuevo y Williams dejo pasar el comodín. Vettel que estaba lejos de los motorizados Mercedes, aprovecho la posibilidad y se metió en el podio dejando atrás a los muchachos de Martini que permanecieron bastante tiempo rodando en mojado antes de poner los intermedios.
Pero bueno, la carrera se
dio así y en parte se lo debemos a Silverstone, a este maravilloso circuito,
tan salido de los formatos actuales, como Spa, Suzuka o Monza, con su clima tan
repentino y cambiante que da garantías de espectáculo.
Tan generoso es este circuito para con los grandes pilotos y las flacas posibilidades, que Fernando Alonso habiendo realizado una parada extra en la primera vuelta tras tocarse con su compañero, se terminó llevando un punto horas después que había invitado a sus aficionados a apagar la tele hasta el año que viene.
En fin… se puede decir que Lewis le hizo sombra a la lluvia y no por su color de piel, sino porque se anticipó al golpe de las condiciones meteorológicas, un golpe que llega en el momento justo cuando su compañero Nico Rosberg estaba creciendo psicológicamente y que puede marcar el rumbo del campeonato, pues hay un dato que no se puede pasar por alto es que Hamilton logró su tercera victoria en Silverstone, siendo las anteriores la de 2008 y el año pasado.
Tan generoso es este circuito para con los grandes pilotos y las flacas posibilidades, que Fernando Alonso habiendo realizado una parada extra en la primera vuelta tras tocarse con su compañero, se terminó llevando un punto horas después que había invitado a sus aficionados a apagar la tele hasta el año que viene.
En fin… se puede decir que Lewis le hizo sombra a la lluvia y no por su color de piel, sino porque se anticipó al golpe de las condiciones meteorológicas, un golpe que llega en el momento justo cuando su compañero Nico Rosberg estaba creciendo psicológicamente y que puede marcar el rumbo del campeonato, pues hay un dato que no se puede pasar por alto es que Hamilton logró su tercera victoria en Silverstone, siendo las anteriores la de 2008 y el año pasado.
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