Cuesta mucho encabezar esta
noticia con un párrafo, o ponerle un título. Hay tanto por donde comenzar, se me cruzan tantas imágenes en la cabeza, tantas
cabezas a las que apuntar. Aunque permanecía inerte, dormido, uno esperaba otro
final, porque jamás quiere dar esta noticia, o escribir en relación a la
partida de alguien, más cuando ese alguien pertenece al deporte que tanto amo,
por el que vivo y respiro.
Ahí está Jules, me lo
imagino en este momento dentro de la oficina del Commendatore, a punto de
firmar el contrato más importante de su vida, por el que forjó su camino desde
chiquito, como lo hacen millones de pibes todos los años y a lo largo del
camino sólo llegan 20 o 22.
El 17 se queda con el 17 y
ruego a la FIA y a su facho presidente Jean Todt, irónicamente tan francés como
Jules, que al menos le reconozca su lugar. Ya que le reconoció culpabilidad en
su accidente y se lavó las manos vergonzosamente, Que nunca más sea entregado
ese dorsal a nadie.
Acabo de leer por ahí que
la Federación lanzó un comunicado por su partida, calificándolo como uno de los
mejores de su generación. Y si fue uno de los mejores, ¿Por qué subestimaron
sus aptitudes al momento de su trágico accidente y concluyeron la
investigación? Lo único que falta ahora es que… con su mejor cara de piedra, el
mini presidente de la FIA vaya a despedirlo.
No tengo mucho más que
escribir, hoy es un día que cuesta mucho escribir, y no creo que haya mucho más
para agregar. Después de 21 años la grilla del deporte que más amo en la vida,
pierde justamente eso… una vida… y espero que la FIA se dé cuenta de que no
es poco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario