2 de julio de 2015

Sainz reconoció que la pasó mal cuando Toro Rosso fichó a Verstappen


“Me llamaron y me dijeron que el asiento no sería para mí, que sería para Max. Veían en él una oportunidad única, el nuevo Ayrton Senna, y no lo podían dejar escapar. Me dijeron que lo sentían mucho, que yo lo estaba haciendo perfecto, pero que lo tenían que coger”, esta fue acaso la revelación más jugosa que realizó el piloto español  en el programa Al Rincón de Pensar de Antena 3, donde le hicieron una extensa entrevista en la que repasó como se dio su llegada a la F1 cuando ya no lo esperaba.

El madrileño ha reconocido que casi se queda afuera del programa de jóvenes pilotos de Red Bull, luego de haber tenido flojas temporadas en 2012 y 2013, hasta el punto que antes de que empezara el Campeonato de 2014 de las World Series me dijeron: “Este año es tu última oportunidad, tu último año de contrato. Tienes que ganar”.

Por suerte para el español, más que el apellido ha tenido que ver su cambio de mentalidad, porque tras esta alerta modificó su forma de encarar las carreras y maduro en su forma de conducción, hasta el punto que logró cinco triunfos de los primeros diez posibles.

Yo llevaba cinco años en el Red Bull Junior Team. Empecé bastante bien, con dos años bastante buenos que gustaron a mis jefes. Luego pasé por dos años más complicados en los que gané menos carreras y cometí más errores, no cumplí todas las expectativas. Estuvieron muy cerca de echarme, y cuando dejas de contar con un patrocinador como Red Bull te puedes ir despidiendo de un sueño como la Fórmula 1”, reconocía el piloto español.”

“Así que cambié por completo una serie de cosas, me rehíce un poco. Cambié de actitud. Suponía que tenía el talento, pero me dije que para ser un campeón tenía que tener actitud de campeón, quizá me faltaba ese puntito. Finalmente el año pasado gané las World Series by Renault y gracias a ese campeonato me llegó la oportunidad”.

“Yo tenía cero posibilidades de llegar a la Fórmula 1 y de repente empezaron a abrirse puertas, todo se puso en su sitio y en cuestión de horas pasé de no saber qué hacer con mi futuro a que te llamen por teléfono, te metan en una reunión y te digan que eres piloto de Fórmula 1”.

Pero antes de asegurarse la segunda butaca tuvo que pasar un muy mal trago. Porque cuando más se estaba esforzando en el campeonato de las World Series Renault, recibió el mensaje más duro.

“Antes de que empezara el Campeonato me dijeron: 'Este año es tu última oportunidad, tu último año de contrato. Tienes que ganar'. Incluso sabiendo que tenía que ganar, sabía que eso no sería suficiente, que tenía que hacerlo especialmente bien para sorprenderle. Hasta Spa-Francorchamps había conseguido cuatro o cinco victorias de 10 posibles, con Poles y de todo. Y en verano de repente me llamaron y me dijeron que el asiento no sería para mí, que sería para Max Verstappen. Veían en él una oportunidad única, el nuevo Ayrton Senna, y no lo podían dejar escapar. Me dijeron que lo sentían mucho, que yo lo estaba haciendo perfecto, pero que lo tenían que coger”.

"La única duda que tengo es cuánto importa el márketing en la Fórmula 1. No sé cuánto pudo influir, porque cuando luego llegas y te mides contra él, ves que es un tipo muy bueno. Para ganarle he tenido que sacar lo máximo de mí. A nivel mental estamos muy igualados, pero en la Fórmula 1 hay muy poca diferencia en cuanto a talento. Si pusiéramos a todos los pilotos en el mismo monoplaza, quizá habría cinco décimas de segundo de diferencia entre el primero y el último".

No hay comentarios.: