El director deportivo de
Ferrari, Maurizio Arrivabene fue contundente al explicar porque Ferrari no le
puede ofrecer a Red Bull los motores de 2016.
No es que le tengan miedo,
no es que teman que ellos sean más fuerte con el mismo impulsor, sino una
cuestión de logística y de calidad del servicio.
“Red Bull no tiene motor
para 2016 y parece que nosotros seamos culpables pero no es así”, se defendía
el italiano en declaraciones al medio brasileño ‘O Globo’.
“Tenemos un plan sobre lo
que queremos hacer, claro, además del programa de desarrollo y producción de
nuestra nueva unidad de potencia. Para satisfacer a otro equipo de la misma
forma, requeriría que cambiásemos todo lo que hemos planeado hasta ahora.”
“Estoy convencido de que
esperaban usar el motor Mercedes en
2016. Tanto era así que no solo cancelaron el contrato con Renault sino también
con Infiniti y Total. Sólo después de lo de Mercedes vinieron a nosotros. Si
hubieran hecho lo mismo en junio, por ejemplo, aún habría tiempo para hacerlo.
Pero venir después de Monza...”
“Para pensar en un cuarto
equipo ahora, necesitamos ingenieros que estén formados por nosotros para usar
esos motores, tal y como hacemos con Sauber y Manor hoy en día. No nos sirve
gente que acabe de salir de la universidad; la Fórmula 1 no es así”,
justificaba Arrivabene.
¿Qué puede cambiar que Maurizio
piense distinto? Una llamada de su presidente. “Si mañana me llamara el
presidente de la compañía -Sergio Marchionne- y me pidiera darles los motores,
tendríamos que cambiar todo lo que hemos planeado desde hace tanto tiempo”
concluyó. Algo que asoma muy difícil.
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