Es la
pregunta que me hago. O podría preguntarme también que es lo que buscan. En las
últimas horas estuve viendo en distintos sitios de noticias de F1, que la marca
energizante se encontraba en negociaciones con los dos motores más potentes que
tiene la F1. Pero guiándome por grandes referentes de la F1 como el argentino Enrique
Scalabroni, (que si bien no se encuentran en actividad, tienen gran
conocimiento y están inmersos en el paddock) que en su cuenta de twitter advirtió
que la escudería de Milton Keynes ya tendría el coche totalmente diseñado con
el motor que usarán, entendí que sólo estaban buscando generar una crisis política
para sacar provecho de algo contractual: ¿lograr que Renault les deje sus
motores más baratos?
Por otro
lado, también escuchaba a Joan Villadelprat en el último podcast de #F1LAT, en
el que también participa Enrique Scalabroni, que la estructura de Red Bull no
se iba a quedar sin motores, ni tampoco la F1 se iba a quedar sin sus dos
equipos, porque primero y antes que nada, tienen contrato vigente con la máxima
categoría hasta 2020, y porque aún le resta un año de lazo con Renault, ya que
su vínculo vence en 2016. Además, en el peor de los panoramas si ni Ferrari ni
Mercedes quisieran darle sus motores en 2017, podían terminar motorizados por
Honda, porque así se los hizo saber Ecclestone a los japoneses cuando firmaron
su regreso a la máxima categoría. Que llegado el caso que los necesitasen,
Honda tiene la obligación de impulsar a más de un equipo que participe en la
máxima categoría. De manera que todos los frentes están cubiertos para Red
Bull.
Pero hay
que hacer hincapié en esta amplia visión que tienen Scalabrini y Villadelprat Joan,
porque ciertamente no es que Red Bull se encuentre a la deriva. Como bien
sostuvieron ambos a lo largo de los últimos podcast de #F1LAT, es muy factible
que Red Bull y Renault terminen haciendo las pases y cumplan con el año que les
queda de contrato si la actualización que tienen preparada los franceses para
Austin da los caballos de fuerza que al chasis RB11 le está faltando para
pelear de igual a igual con Mercedes y Ferrari.
“Adrian
Newey me dijo: 'Christian necesitamos saber una respuesta. Sé qué hacer
con la parte delantera y la parte trasera del coche, pero también necesitamos saber qué hacer con la del medio'. Porque
no se trata sólo del motor, sino también de la refrigeración, que afecta a la
forma de los pontones. Se trata también de la transmisión, que afecta a la
forma de la parte trasera...”, intentó vendernos hace unos días Christian
Horner.
Al tiempo
en que estamos, ya muy avanzado para el desarrollo del próximo chasis, no me
imagino en el RB12 otro motor que no sea el de Renault. Porque me parece que ya
es muy tarde para modificar ciertas cuestiones que hacen al chasis. Pero sobre
todo, porque Renault aún necesita de la referencia de Red Bull si quieren
volver a proyectarse con escudería propia.
La compra
de Lotus se está demorando, seguramente el coche del 2016 que se está haciendo
en Enstone no es el que tiene ideado la marca francesa para su motor, teniendo
en cuenta que actualmente Lotus trabaja en pos del motor Mercedes, de manera
que, no pueden desaprovechar la posibilidad de tener a la escudería con el
mejor departamento de aerodinámica como banco de prueba de sus unidades de
potencia.
Como bien
describió Joan Villadelprat la situación, tal vez Red Bull tenso demasiado la
relación, tal vez tiraron demasiado de la cuerda con su presión y sus críticas
hacia Renault. Los franceses muy dolidos de que los de Milton Keynes se
acordaran solo en la derrota, se quedaron estancados y no gastaron ni un solo tokens
en lo que va de la temporada, lo que recrudeció aún más la relación teniendo en cuenta que
ellos venden muy caro su motor, siendo la unidad de potencia de Renault, la más allá de todo, Red Bull paga A fin y al cabo, como uno acostumbra a decir
en una relación, más vale malo conocido que bueno por conocer y con el malo
conocido, ganaron cuatro títulos en los últimos cinco años.
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