Ambos
resultaron los principales damnificados esta temporada por la falta de pruebas.
Pirelli porque tiene que hacer neumáticos a ciegas, basándose en simuladores
que nunca van ser exactos al cien por ciento. McLaren porque sin la posibilidad
de rodar entre los Grandes Premios, impide que Honda pueda encontrar la
solución rápidamente a sus fallas.
Pirelli
no quiere estar en el centro de la escena otra vez como sucedió en Spa. Es
preferible perder mucho dinero, pero no prestigio. No quieren ser el eje de la
polémica, que los tilden de culpables del rendimiento de un monoplaza porque no
tiene adherencia al suelo, o porque no logran transmitir la potencia al piso en
una vuelta completa. Por eso de cara a 2017 van a plantar nuevas condiciones para
continuar en el mundial, de lo contrario, que el trabajo y la dignidad se la
juegue Michelin.
“¿Qué si
hay garantías de que continuemos en F1? No. Hemos negociado durante mucho
tiempo y estamos cerca de proponer algo consistente al Consejo Mundial del
Motor. Está claro que primero debe pasar por la comisión de la F1,
pero parece que tenemos casi pactada una solución de un test en Abu Dabi en
seco y un test en el Paul Ricard en mojado”, comentaba Paul Hembery, director
deportivo de Pirelli, quien impuso como condición para seguir, un par de
sesiones de test.
“Hay
tantos intereses distintos que hasta que no estemos en pista tienes la
sensación de que es un déja vú. Si nos quedamos en la categoría
a partir de 2017, esto no puede suceder de nuevo. Hemos dejado claro que no nos
quedaremos en el deporte si no se nos permite trabajar”.
En el
caso de McLaren, Ron Dennis considera que las regulaciones hoy existentes para controlar
gastos, lo único que hacen es elevarlos y generar mayor frustración en los
equipos que tienen que solucionar sus problemas.
Ante la
falta de tests entre carrera, la escudería de Woking ha tenido que tomar cada
Gran Premio del campeonato como ensayo de pretemporada, ensayo costoso si se
quiere teniendo en cuenta que han tenido que recorrer 19 países para no
terminar en la mayoría de las carreras y encima cargar con las críticas de toda
la prensa y la frustración de sus pilotos, hasta llegar al extremo de Fernando
Alonso en Suzuka.
De haber
habido tests, Honda no tendría que estar esperando que termine la temporada
para encontrar una solución a sus problemas de fiabilidad.
“Creo que
la frustración que tengo con el reglamento es porque todo ha sido diseñado para
reducir costes y han aumentado, y todo ha sido porque el coste en conseguir la
durabilidad es la evaluación sin fin de las células dinamométricas y de
pruebas. Me gustaría hacer pruebas, me gustaría tener libertad en el túnel de
viento, libertad en CFD. Cuando eres poco competitivo tienes que buscar
la manera de dejar de no serlo, y en este momento las
regulaciones son muy limitadas en esta área”, valora Ron Dennis.
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