3 de agosto de 2008

Al final festejo Kovalainen

El finlandés logró su primera victoria en la máxima categoría. Parecía que iba a terminar segundo cómodo de Felipe Massa, que había dominado la carrera, pero en un increíble y vibrante desenlace del GP de Hungría, el motor de la Ferrari dijo basta a dos vueltas del final y, el nórdico terminó encabezando el podio que completaron Timo Glock con el Toyota y Kimi Raikkonen con la Ferrari.
Las carreras no se terminan hasta que no se baje la bandera a cuadros solía decir un chueco y es una lástima que la lección la haya tenido que aprender hoy Felipinho.
El brasileño había hecho un carreron, sorprendiendo a las flechas en la largada y pasando del tercer al primer lugar en la primera curva. Recuperando la autoestima de Ferrari, había impuesto un progresivo ritmo de carrera que ni Hamilton ni Kovalainen podían responder. Y que al moreno, en su búsqueda, le provocó un pinchazo. Pinchazo que beneficiaba a Massa para volver a la punta del campeonato porque el moreno se caía en el clasificador. Y que lo paraba de frente en la lucha interna de Ferrari porque Raikkonen marchaba sexto y se alejaba
Pero la mala suerte o vaya saber uno que otro factor, aparecen a esta altura del año para el paulista y esta vez fue en mayor beneplácito del finlandés que no era su compañero.
En un juego de palabras podría decir que todo se dio vuelta en pocas vueltas. Porque Hamilton recuperó la punta del campeonato antes que termine la carrera. Porque Massa de estar primero pasó a estar tercero en la tabla. Y porque Raikkonen, que paso desapercibido durante todo el fin de semana, recuperó protagonismo en el final, terminó en el podio luego de muchos récords de vuelta, y en el campeonato relegó a su compañero.
Pero hablando de protagonismo, me viene a la cabeza rápidamente lo que ha hecho Timo Glock. El alemán llego segundo gracias a una carrera soberbia que llevo a cabo sin la ayuda de nadie. Esta claro que sin el abandono de Massa hubiera sido tercero, pero su podio fue por mérito propio, porque contuvo el embate de Raikkonen sobre el final y porque no necesito de una estrategia distinta o de un safety car para mejorar el quinto lugar en el que había largado la carrera.
Para Toyota fue un domingo inolvidable que se cerró con un valioso séptimo puesto conseguido por Jarno Trulli, que le permite mantener con cierta holgura la cuarta posición en el campeonato.
En la escudería Renault pueden decir misión cumplida. En una magnifica tarea, recuperando nivel, Fernando Alonso llegó cuarto y le dio valiosos cinco puntos al equipo francés, que sumado al sexto puesto conseguido por su compañero Piquet le permiten escalar al quinto lugar de la Copa, quedando a cuatro de Toyota.
El último punto quedó en manos de Robert Kubica. El polaco llegó octavo, una leve compensación por el todo el trabajo realizado en el fin de semana, pero muy poco si se tiene en cuenta que había partido de la segunda fila, cediendo importante terreno en la lucha por el título de pilotos.
Las cosas ahora están más o menos como antes. Hamilton sigue como líder, pero con Kimi Raikkonen como nuevo escolta. El británico tiene 62 puntos, 57 el finlandés y 54 Massa. La próxima, dentro de tres semanas.

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