Si el moreno no hubiera sufrido el pinchazo en el neumático delantero derecho, se hubiera quedado con la victoria en el GP de Hungría. Es lo que cree su jefe Ron Dennis al analizar la carrera de Hungaroring y la mala suerte de su más duro rival Felipe Massa.El brasileño se quedó sin nada a tres vueltas del final pero para el controvertido Ron, "para acabar primero, primero hay que acabar", y la rotura del motor Ferrari es una señal de que la escudería italiana no estaba tan fuerte como parecía.
"La confianza es un punto débil. No creo que haya ninguna duda de que estamos en un campeonato mundial muy competitivo y será muy reñido entre Ferrari y nosotros. Pero no creo que Ferrari estuviera particularmente bien en Hungría. Massa hizo una buena carrera, pero Kimi no fue especialmente fuerte. Por lo que estoy muy contento por cómo nuestras mejoras han contribuido para ponernos por delante de ellos," declaraba el capitán británico.
Seguramente Ron no le prestó demasiada atención al GP de Hungría. No vio la largada donde Massa avergonzó soberbiamente a sus pupilos y no reparó en el embate final de Raikkonen, renovando los récords de vuelta giro tras giro. Por lo menos reconoció que la partida de Massa y su ritmo incontestable en las primeras vueltas lo incentivó a cambiar la estrategia de Hamilton.
"Realmente, la consecuencia de la primera curva fue que la gente podía ver a Massa liderando y quién estaba en segundo lugar. Pero cambiamos la estrategia de repostaje, para asegurarnos de que pararíamos detrás de él para poder hacer una segunda parte más larga y adelantarle en la última parada. El pequeño plano en el neumático y el pinchazo desbarató la estrategia, pero creo que Lewis tenía el ritmo para ganar."
Ron, "para llegar primero, primero hay que llegar… sin pinchazos".
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