La escudería malaya tendría listo como para estrenar su nuevo modelo en Kuala Lumpur haya por el segundo mes del año. Si será tarde o no para sumarse al ruido del paddock, todavía es temprano para saber eso, pero es lo concreto hasta el momento.
Según ha confirmado el director del proyecto, Tony Fernandes, la intención es que el coche se ponga a prueba por primera vez en febrero, puesto que así se están dando los tiempos. No obstante, se tenga el resultado que se tenga, será la primera vez en la historia de la F1 que un coche se diseñe y se fabrique en Malasia, por lo que demás está decir que para el equipo de Kuala Lumpur ya es todo un triunfo.
80 millones de euros para arrancar
Los malayos no andan con chiquitas. Y no quieren llegar a la F1 sólo para hacer presencia. La marca, que desde hace un tiempo es propiedad de la empresa nacional de automóviles de Malasia Proton, volverá a la máxima categoría respaldada por el Grupo de Tune, propiedad del fundador de AirAsia, Tony Fernandes, buen dinero debajo del colchón y mucho personal.
"Necesitamos entre 100 a 150 millones de Malasia (18 a 25 Millones de Euros) para poner el coche en la parrilla y tenemos otros 300 millones (53,3 m €) para toda la competición", daba cuenta Fernandes, quien será director del equipo las carreras iníciales de la temporada.
La estructura malaya, para no ser menos que el resto, contará con alrededor de 225 personas para los departamentos de aerodinámica, mecánica y electrónica y la dirección de Mike Gascoyne. Lo más interesado y armado visto hasta ahora teniendo en cuenta que fueron los últimos que se agregaron a la grilla.
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