El piloto brasileño ya esta lo suficiente maduro, como piloto y como persona, para entender que Ferrari ve en Fernando Alonso un salvador como en su momento vio en Michael Schumacher.
La proyección del español en la Fórmula 1 parece seguir los mismos parámetros de la épica carrera del germano. Ambos consiguieron sus primeros dos títulos de manera consecutiva, ambos en la misma estructura, en su tiempo Benetton, ahora Renault y ambos con Flavio Briatore. Por si no bastara, el asturiano también parece ir camino a la misma brecha que Schumi tuvo entre su segundo y tercer título, que fue de cuatro años entre la temporada 1996 con Benetton hasta la de 2000 con Ferrari. De manera que Felipe Massa comienza a imaginarse lo que le espera.
Felipinho considera a su nuevo compañero como un "gran piloto", como "uno de los mejores en la Fórmula 1", pero en una entrevista concedida a la Radio Jovem Pan de Brasil, dejo en claro que no piensa ser otro Barrichello.
"El trabajo dentro de un equipo es siempre colectivo. Schumacher fue muy influente en Ferrari; se lo merecía. Llegó, trabajó y creó un equipo competitivo y para llegar a esa posición, va a tener que trabajar duro", avisaba Felipe.
"Quien venga a Ferrari siempre será un piloto muy fuerte porque ellos siempre tienen a los mejores, pero yo haré lo que siempre he hecho: intentaré ganar", afirmó, nunca más seguro.
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