En la escudería de Grove no todos están conformes con la elección de los motores británicos. Sobre todo teniendo en cuenta que los impulsores Renault estaban al alcance de la mano.
La experiencia de 2006 no fue para nada exitosa. Sirvió más bien como transición, como puente, de una larga asociación con BMW –que se acabó en 2005– a una corta alianza con Toyota que se terminó este año.
Ahora la pregunta es, ¿Porqué Williams no siguió con ellos hasta hoy, siendo que cuatro años después vuelven a utilizar el mismo impulsor?
Sam Michael considera al respecto que "el deporte ha cambiado mucho desde 2006. Si miramos al comienzo de la década hasta los últimos dieciocho meses, ha habido una dominación de los fabricantes, pero eso ha cambiado de manera significativa. Había razones diferentes para no volver con Cosworth".
"¿Pero podríamos preguntarnos si hemos tomado la decisión correcta? No lo sabemos. Si hubiéramos continuado con Cosworth, quizá no habría sido lo mejor. Esto es lo mejor de la Fórmula 1: el cambio constante", añade.
Cuatro temporadas después, Cosworth asoma como el motor con más libertades, con más posibilidades de evolución frente al resto de los impulsores que ya se encuentran estancados por el actual reglamento. No obstante, Michael aún le ve algunas trabas.
"Cosworth tiene dos grandes problemas: el consumo es crítico sin repostaje. Su objetivo este invierno es mejorarlo. El otro es la fiabilidad. Todo el mundo ha acumulado tres años de carreras con sus motores, mientras que Cosworth ha estado fuera sumando miles de kilómetros de experiencia".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario