Es la decisión que han tomado los responsables de Bridgestone para su último GP de Italia. Las características de la velocísima pista italiana hacen que la elección de los compuestos para su última presentación en Monza sea todo un desafío para Bridgestone. Dejando de lado las combinaciones de extra blandos con duros o de blandos con extra duros, al contrario que prometieron a inicios de temporada.
Hirohide Hamashima, director de desarrollo de Bridgestone
"Estamos muy identificados con Italia por su trayectoria automovilista y porque allí tenemos una de nuestras mas grandes factorías, una oficina de ventas, un centro técnico y una zona de pruebas ubicada en las cercanías a Roma. En el sector de pruebas, hacemos comprobaciones con los neumáticos para coches convencionales del mismo nivel de las que llevamos a cabo en un F1. Monza es un circuito extremadamente difícil desde la perspectiva de los neumáticos. Por lo que al asfalto se refiere, podríamos utilizar los neumáticos duros. Sin embargo por las altas velocidades, se genera mucho calor y por lo tanto se debería seleccionar el neumático blando. Eso se combina con la baja carga aerodinámica de los coches para intentar obtener un buen compromiso en cuando al nivel de adherencia".
"Es muy importante en Monza que los equipos acaten las presiones mínimas en los neumáticos que recomendamos debido a la durabilidad, y en el caso de Monza la presión de los neumáticos es más alta. Obviamente, la alta presión resta tracción en las curvas lentas, pero la seguridad está primera. Será labor de los ingenieros del equipo conseguir el mejor compromiso entre la aerodinámica y los reglajes de la suspensión".
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