Cuando
la Scudería Toro Rosso confirmó su alineación para esta temporada, fuimos
muchos lo que criticamos (porque me incluyo) que pusieran en pista una dupla
tan joven y sin experiencia. El promedio de edad apenas daba un poco más de 18
años, siendo que Max Verstappen tenía 17 y Carlos Sainz Jr apenas 19. Este último
llegaba proveniente de
las
World Series by Renault, donde consiguió el título por delante de Pierre Gasly
y Roberto Mehri mientras que el holandés apenas tenía una docena de
carreras en un F3.
Pero
resultó que nos terminaron cerrando la boca, o más bien nos dejaron
boquiabiertos, especialmente el que llegaba como el hijo de Jos, pero que rápidamente
se hizo llamar por su nombre: ¡Max! Las apuestas dejaban en muy buen lugar a
Sainz al principio de la temporada, pero la velocidad, el carácter y los adelantamientos
de Verstappen lo posicionaron como la gran revelación, no
solo de esta temporada, sino la más importante que se recuerde luego de la
aparición de Kimi Raikkonen. Mientras que el madrileño se encontró limitado por
la mala suerte que lo tuvo a maltraer toda la temporada.
Y
de ello dio fe Franz Tost, quien al pedírsele que hiciera una comparación de la
actuación que habían tenido sus dos pilotos en su primera temporada, terminó
defendiendo al español. “La explicación es simple. Carlos ha tenido muy mala suerte con el coche,
que le ha impedido acabar en siete Grandes Premios”.
“La mayoría de problemas han sido del coche, no
de Carlos. Lo ha hecho todo muy bien y no tiene que estar
preocupado. Siempre ha demostrado su velocidad, tanto los sábados como los
domingos. Max y él estuvieron mucho más cerca en clasificación", insiste
Tost.
A
lo que también se sumo el director técnico del equipo, James Key, al asegurar
que “Max se lleva los titulares por
su edad, pero en todo lo demás están a la par”.
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