Los miembros del Parlamento de Melbourne cuyo distrito electoral incluye el circuito de Albert Park, han explicado que los residentes locales han votado diez a uno a favor de que no se renueve el contrato para albergar el G.P de Australia de F1.
El actual vínculo con la máxima categoría expira en 2015, pero a pesar de que el circuito de Albert Park es inmensamente popular entre los aficionados de la F1, la acumulación de pérdidas en los últimos años, para consternación de los contribuyentes, ha llevado a sus ciudadanos a ver la carrera de modo diferente.
“El GP pudo haber sido un buen negocio en 1996, cuando al gobierno le costaba sólo 1,7 millones (1,5 millones de euros), pero con el descenso del número de espectadores y con los contribuyentes teniendo que asumir un proyecto de 50 millones al año, el gobierno debería reducir sus pérdidas y dejarlo estar”, declaraba uno de los miembros del Parlamento, Michael Danby.
Algo así como “Gracias por los buenos momentos, pero nos negamos a renovar el contrato del Gran Premio.”
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