Al presentar el nuevo modelo en Valencia, Mercedes GP encaraba la pretemporada con una actitud muy optimista respecto a sus opciones para el próximo mundial, pero con el camino desandado de las pruebas, a mitad de febrero, el positivismo parece haberse desvanecido.
Contratiempos sufridos en Valencia y Jerez han alertado a Michael Schumacher de que algo no funciona como debería, a pesar de que marco el mejor tiempo el día viernes de la última semana. Pues… el ritmo y fiabilidad del nuevo MGP W02 está siendo un problema para el equipo de las flechas plateadas.
“Somos Mercedes y nuestro objetivo está claro. Será difícil conseguirlo este año pero tenemos una visión que no se centra únicamente en un futuro a corto plazo", declaraba el káiser a la web germana sport1.de.
Aunque tampoco hay que bajar los brazos tan pronto en cuanto a esta temporada. Ya que recién en “la primera carrera en Bahrein nos mostrará exactamente cuál es nuestra situación”.
Tónica que parece seguir Nico Rosberg, su compañero, quien ya se había mostrado algo pesimista cuando el MGP W02 salió por primera vez a pista en Valencia. Y que ahora tiene esperanza en un cambio.
“No fuimos demasiados rápidos en Valencia pero con los días de entrenamientos de Michael en Jerez estamos, obviamente, en la dirección correcta", declaraba Nico.
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