El múltiple campeón de Moto GP reconoció que se puso en contacto con el director de la Scudería, Stefano Domenicali, para estudiar la posibilidad de correr en el GP de Italia con la F60. Al tomar nota de los pobres resultados que Luca Badoer había tenido en Valencia y en Bélgica, Rossi levantó el tubo del teléfono y consultó a Domenicali sobre cómo se vería enfundado con el mono rojo en el Gran Premio de Italia. Pero teniendo en cuenta su paralela situación en Moto GP, donde está a punto de definir otro campeonato y el tiempo que se necesita de preparación previa para subirse a un F1, resolvieron decir que no.
"Lo hablamos con Stefano Domenicali pero vimos que no tenía ningún sentido meterse en una prueba de Fórmula 1 sin haber hecho primero los test y sobre todo porque el cuello debe hacer unos esfuerzos que tendría que entrenarme para poder soportar", comentaba Il Doctore, que por el momento tiene como mayor prioridad recuperar el Mundial de MotoGP.
"Monza es una carrera particular, pero estoy en plena lucha por el título de Moto GP y someterme a este estrés mientras me juego un Mundial no es lo mejor”.
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