Durante el fin de semana el paddock tuvo de visita un personaje que andaba un tanto callado: Eddie Irvine.
Aquél irlandés que supo ser compañero de Michael Schumacher, playboy de la última época y subcampeón del mundo en la temporada 1999, es una de las figuras resaltantes que tiene de relleno la grilla y luego de reencontrarse con el presente del káiser emitió sus observaciones.
"Tengo la corazonada de que algo ha cambiado. Creo que está desilusionado y piensa en dejarlo", declaraba Irvine como columnista de la BBC, dudando que Michael Schumacher y Ross Brawn sigan en Mercedes GP la próxima temporada.
Pero ambas afirmaciones no tardaron en ser rechazadas por Norbert Haug y la portavoz del heptacampeón del mundo, Sabine Kehm.
"Michael no piensa dejar la F1 a finales de año. Cuando volvió ya se le informó del estado del coche y escogió un contrato de tres años. Obviamente habría preferido que las mejoras del monoplaza fueran mejores, pero es un proyecto de tres años para construir un equipo ganador y Michael está en medio del proyecto", aseguraba Kehm.
Mientras que el director de Mercedes-Benz Motorsport lo dejo bien en claro: "Estamos trabajando juntos en el coche del año que viene".
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