15 de enero de 2011

Hispania corrió todo el año con un modelo destinado a los test de pretemporada


Lo confirmó el diseñador jefe de Dallara, Luca Pignacca, quien de una vez por todas rompió el silencio en una entrevista concedida a la revista mensual Racecar Engineering, desvelando detalles más que interesantes de su relación con Hispania.

Al día de hoy, y visto como se ha desarrollado la primera temporada para los equipos nuevos, la frustración invade al personal de Dallara implicado en el proyecto encargado en su momento por Adrián Campos, pues han quedado convencidos de que el coche no era tan malo como luego lo tildaron y que tenía el suficiente potencial como para haber luchados con ellos de igual a igual.

“Creo que era posible ser más rápido que ellos. Si miras la distancia entre Hispania y los otros coches al final de la temporada, era más o menos la misma que teníamos al inicio de la temporada, lo cual es muy extraño. Lotus Racing y Virgin hicieron muchas evoluciones, así que estar delante de ellos había sido un objetivo alcanzable”, comentaba Pignacca.

Y argumenta: “fuimos los primeros en homologar el coche con la FIA, aunque no era el coche completo, ya que el test de impacto trasero sólo podía hacerse hasta que la caja de cambios Xtrac llegase en enero. Yo creo que esto ilustra el enfoque que tuvimos. Queríamos construir algo que fuese la base de un desarrollo a largo plazo".

“Era nuestro primer proyecto de Fórmula Uno en algún tiempo, así que queríamos asegurarnos de que el coche estuviese listo para la primera carrera. Queríamos tener el suficiente tiempo para probar en todos los test previstos porque sabíamos que existían algunos problemas iniciales, así que queríamos homologar el coche tan pronto como fuese posible”, explica el italiano, quien cede la responsabilidad a Hispania al recordar que, cuando retomaron el proyecto, el “monocasco que fue utilizado para la homologación, estaba cubierto de polvo”.

Entonces, llegó la pretemporada y: “Construimos un segundo monocasco y a mediados de enero teníamos dos en casa. Así que los monocascos no eran el problema, era todo lo demás", afirma con rotundidad Pignacca. Pues… con los dos chasis construidos en la configuración inicial, en Dallara pensaba someterlo a todas las jornadas de test para ir desarrollando el monoplaza en función de los datos recogidos. Dado que en Varano estaba todo preparado para iniciar tres meses de trabajo en el túnel de viento para desarrollar la primera versión de F110.

Para entonces “habíamos visto que aerodinámicamente el coche era bueno, pero que probablemente no había suficiente agarre aerodinámico”, aclara el ingeniero de Dallara. “Pero eso habría sido fácil de solucionar ya que el ritmo de desarrollo aerodinámico era bueno. No habría sido difícil conseguir el nivel agarre suficiente para competir con los otros dos nuevos equipos”.

"La idea era comenzar los test de pretemporada con el chasis básico, el mk0, el cual se completó en noviembre. En la primera carrera se habría introducido el mk1, que habría sido completamente diferente del anterior tras los test. Y así habríamos tenido otros tres meses de túnel de viento. Ese era el plan, pero no sucedió".

Esto significa que no sólo Colin Kolles y compañía tuvieron la caradurez de haber culpado a Dallara de todo lo mal que han hecho ellos como equipo, sino que para refutarlo se han quedado con el chasis que era sólo un intermedio del final, que había sido preparado para las tests de los que no llegaron a participar y que no incluía muchas de las nuevas piezas que Dallara ya había diseñado y prevía incluirlas en su desarrollo.

“Cuando vuelves a la F1 no sabes donde están los demás, pero sabíamos dónde teníamos déficit de agarre. Eso es bastante común, ir haciendo evoluciones aerodinámicas es exactamente lo que hacen los equipos de Fórmula 1. Muchas partes del nuevo mk1 estaban diseñadas y testadas, pero necesitaban ser finalizadas en el túnel de viento para poder ser usadas en el coche”. Y gracias a la gran visión de Colin Kolles (sarcásticamente lo digo, pues este muchacho lo único que sabe es vender su coche al mejor postor) esto no sucedió.

“Básicamente, nuestra implicación se detuvo después de la primera carrera. Fuimos allí con un aerodinamicista y un mecánico jefe. Desde entonces, la única evolución que hubo en el coche por parte de Dallara fue un par de espejos retrovisores, ya que los instalados fuera del monocasco habían sido prohibidos. Recibimos una llamada durante el fin de semana del Gran Premio y en dos semanas estaban sobre el coche”.

Pero ya luego no se hizo nada más. La relación entre Dallara y los nuevos dueños del equipo se deterioró prácticamente ni bien se inició la temporada. Y Pignacca lo explica de la siguiente manera:

“Al señor Dallara [Gian Paolo] no le gusta ser el último coche, pero somos una compañía y debemos generar beneficios como cualquier otra, así que sólo hacemos cosas si nos pagan por ello. Pero en este caso, habríamos hecho un esfuerzo extra. Si debíamos recibir 100 hubiéramos dado 150 sin discusión. Todos en la sede empujamos una barbaridad para demostrar que podíamos hacer un buen trabajo, pero el problema fue que no tuvimos la oportunidad", se lamenta Pignacca.

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