La Fórmula 1 ha mejorado enormemente este año como espectáculo gracias al aporte de los neumáticos Pirelli y a la implementación del DRS. Pero hay algo que al circo le queda por recuperar de la vieja época y Mark Webber lo tiene bien en claro: terminar con la rigidez del protocolo que hoy existe para la celebración de las victorias.
Ayrton Senna, Nigel Mansell, fueron glorias que supieron agitar a menudo sus banderas desde el coche cuando terminaban victoriosos un Gran Premio. Se acuerdan de Ayrton en Brasil en 1993, se acuerdan de Nigel. “Era hermoso”, declaraba Webber, refiriéndose a la práctica que fue prohibida hace algunos años por motivos de seguridad, así como algunos aspectos de la celebración en el podio que ahora es muy estricta.
Sin ir más lejos, Michael Schumacher y Rubens Barrichello fueron multados cuando en el GP de Austria, Schumi le cedió el escalón más alto del podio a su compañero después que este se dejara ganar en la línea de meta.
“Ahora, lo único que puedes hacer es quitarte el casco, subes con prisa al podio, te bajas con prisa del podio –bum, bum, bum– y luego nos vamos a casa”, explicó el australiano en la web oficial de su equipo.
Cuando antes la historia era muy diferente. Ya que “siempre ha sido bonito ver grandes momentos como a Ayrton Senna con la bandera brasileña o a Nigel Mansell con la bandera británica, era un buen mensaje para el deporte y los aficionados, es espectacular y muestra la pasión”.
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