El experimentado piloto italiano ha salido por primera vez a mostrar su descontento por el modo de proceder de la FIA. Los comisarios, durante el Gran Premio de Hungría, no midieron con la misma vara algunos hechos que se sucedieron en la pista.
Cuando Lewis Hamilton cometió un trompo en la vuelta 47, al reacomodarse molestó el paso de Paul di Resta, hecho por el que fue insólitamente sancionado. Pero no paso lo mismo con Sergio Pérez, cuando el mexicano se saltó una chicane para evitar superado por un coche más lento, como el Lotus T128.
Y es esto lo que ha despertado el enojo de quien manejaba precisamente ese Lotus: Jarno Trulli. A continuación, sus declaraciones
“Esta vez me toca a mí quejarme a la FIA, a pesar de que tuve que retirarme casi inmediatamente. En la salida tuve que ocuparme de tres incidentes que ocurrieron delante de mí, y que me relegaron a la parte de atrás. Entonces llegó Pérez con su absurda manera de comportarse y todo se acabó. Él era extrañamente lento, más que mi Lotus. Lo superé dos veces y, para recuperar su posición, se saltó la chicane. El reglamento es claro como el agua, tenía que apartarse y devolverme la posición. Pero eso no le importó, y continuó delante de mí”.
“Fue una grosería y demostró un desconocimiento de las reglas único, pero me pregunto por qué la FIA no tomó ninguna medida. ¿Para qué están ahí? ¿Adónde estaban mirando? Entiendo por qué un niño puede "hacerse el sueco", pero los comisarios tenían que intervenir. Yo podía adelantarle sólo en el sector más lento, pero no así. Me retrasó y arruinó mi carrera antes de que mi motor dijese basta, como en Silverstone, y me obligase a retirarme. Mi mensaje es claro: Sólo hay un reglamento y es el mismo para todos, no sólo para los que van por delante, si no también para la gente del fondo de la parrilla”.
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