El retirado piloto británico siempre se jactó de que el káiser había ido un duro escollo en su camino. Y que la presencia de Schumi en Benetton no fue tan tortuosa como el accionar que en su momento tuvo de Flavio Briatore para con él.
Johnny Herbert convivió compartió la escudería Benetton durante la temporada de 1995 relegado al papel de segundo piloto. Por entonces, luego de esa experiencia, el inglés supo declarar que Schumi era la manzana podrida del cajón. Pero ahora que ha pasado el tiempo, Herbert supo individualizar que el problema no era Michael, sino quien fagocitaba recursos y atenciones en perjuicio del rubio Herbert: Flavio Briatore.
“Mi problema no fue Michael. Fue Flavio (Briatore)”, declaraba Herbert al diario Hindustan Times. “Cada vez que Michael pedía a Flavio si podía tener un par de días más de pruebas, Flavio no tenía problemas en organizarlo. Si yo iba a pedir lo mismo, me decía que no era posible”, explicaba.
Jhonny aquel año gano dos competencias con el equipo y luego a fin de temporada resolvió cambiar de aire, apostando entonces por lo que era un equipo pequeño en formación como era el de Sauber. Donde paso varios años sin brillos hasta recalar en Stewart donde terminó logrando su última victoria en el GP de Ñürburgring de 1999.
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