Dice cualquier diccionario que el término Deja Vu proviene de un psíquico francés Émile Boirac (‘ya visto’), que estudiaba la extraña sensación de haber vivido con anterioridad una determinada situación.
Pues al verlo a Sebastian Vettel en lo más alto del podio, y ver su expresión facial, me lo imaginaba pensando para sus adentros “esto ya lo viví”.
El joven maravillas ha ganado por segunda vez en el circuito de Monza, por octava ocasión en la temporada. Fue en Monza donde empezó todo, fue un 14 de septiembre lluvioso de 2008, empuñaba un Toro Rosso con el que el día anterior ya había sorprendido a todos logrando la pole. Desde entonces, hasta la fecha, corrió mucha agua debajo del puente y números que seguramente no se vuelvan a repetir (18 victorias 25 poles con la de ayer, 31 podios, 7 vueltas rápidas y lo más importante: campeón del mundo).
Como difícilmente se vuelva a repetir una largada como la que les ofreció Fernando Alonso a todos los tifosi presentes. Desde el cuarto cajón de partida, el asturiano saltó a la primera posición en la primera curva, apoyando dos ruedas en el pasto para llegar antes que nadie a la chicane. Y escapándose del desastre que iba a provocar Vitantonio Liuzzi con el HRT, quien descontrolado sin lugar en la pista, se terminó cruzando fuera de si para terminar con una chusa de bolos y dejar fuera de carrera a Vitaly Petrov y Nico Rosberg. Además de ocasionar otros daños.
Tanto destrozo provocado por el italiano obligó a la dirección de la carrera a mandar el safety car a la pista, lo que le permitió a Fernando Alonso durar unas vueltas más como lider hasta que el auto de seguridad se fue y Vettel rápidamente puso las cosas en su lugar.
Pero mientras Sebas se escapaba de la Ferrari, un tal Michael Schumacher le daba una clase extraordinaria de manejo, de cómo se deben cubrir los espacios, a Lewis Hamilton. En su mejor actuación desde su regreso (ya son varias en realidad, faltan los podios nomás) Schumi le hizo crecer pelo rubio al moreno. Lo mantuvo a raya durante una buena decena de vueltas y se dio el gusto de superarlo en un pasaje de la carrera, por afuera en la Curva Grande, sin DRS, pero con el mismo motor Mercedes y una increíble astucia.
Claro que después Schumi tuvo que volver a la triste realidad de que su auto, al calzar los neumáticos más duros, se arrastra. Y debió conformarse con la quinta posición final, por delante de su amigo Felipe Massa. Pero junto con la largada de Alonso, nos dio lo mejor de esta carrera.
Una carrera que Sebastian volvió a ganar sin sobresaltos. En la que Fernando Alonso tuvo que conformarse finalmente con la tercera posición tras los embates de Jenson Button que se quedo con el segundo escalón del podio, dejando atrás en el campeonato a su compañero Lewis Hamilton quien llegó cuarto. Una carrera en la que Jaime Alguersuari volvió a llegar en la zona de puntos habiendo partido muy lejos, logrando lo que es hasta ahora su mejor resultado en la F1: un séptimo puesto.
Y lo más nostálgico, para los que extrañan a Ayrton, una carrera en la que el apellido Senna volvió a quedar inscripto en la zona de puntos. Bruno sumó sus primeras unidades del mundial y un casco amarillo con negro y verde comenzó a dar sus frutos en ese coche negro con ribetes dorados.
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