Esta tarde la escudería Renault anunció en un escueto comunicado de prensa que se acaba de quedar acéfala. Con efecto inmediato, Flavio Briatore y Pat Symonds, históricos número uno y número dos del equipo galo se han apartado para facilitarle al rombo su exposición ante la vista del Consejo Mundial de la FIA.
Lo que en principio parecía una simple manifestación típica del apellido Piquet, de despecho por haber quedado fuera de la máxima categoría y haberse metido con su sangre, terminó siendo la materialización del primer logro de Nelsinho dentro de la F1. El objetivo de "destruir a Flavio" se ha completado porque el verborrágico italiano se vio obligado a dar un paso al costado.
"La escudería desea señalar que su director general, Flavio Briatore y su director ejecutivo de ingeniería, Pat Symonds, han dejado el equipo", expresaba la escudería 24 horas después de que su presidente Carlos Ghosn pusiera públicamente la cabeza de su director en manos del Consejo FIA.
Si se fueron o los fueron, no quedó expreso en la breve esquela emitida por Renault, pero usted saque sus conclusiones, porque es una realidad que con esta movida lo que se intenta es que Renault consiga piedad por parte del Consejo, para que finalmente no se dañe la imagen del rombo, que hasta entonces se había mantenido intacta dentro de la máxima categoría.
Ya no se puede discutir que hubo una supuesta orden a Nelsinho Piquet para que se estrellara en Singapur deliberadamente. En recientes declaraciones Max Mosley ha revelado que los datos del monoplaza indican que algo muy extraño había ocurrido en aquella curva de Singapur. Agregando que tanto Piquet padre como Piquet hijo no se arriesgaran a ir a la cárcel por perjurio si los acontecimientos no fueran ciertos.
De manera que oficialmente el supuesto dejó de ser supuesto y se transformó en una triste aseveración por parte de unos pocos en detrimento de muchos. Y como sostiene el diario Daily Telegraph en su última edición, "Renault sin duda pedirá clemencia porque las acciones de dos hombres no deberían afectar al puesto de trabajo de casi 700 empleados más dentro del equipo."
Según se indica en el comunicado, "el equipo ING Renault F1 no cuestionará las alegaciones formuladas recientemente por la FIA sobre el Gran Premio de Singapur 2008", promete la escudería gala, que no piensa realizar declaraciones antes del próximo 23 de septiembre.
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