La última vez que el campeón del mundo no había llegado a la meta entre los tres primeros había sido en el GP de Corea de la temporada pasada, cuando tuvo que desertar a una vuelta del final por un fallo en el motor.
Desde entonces Sebastian Vettel había conocido como peor resultado un segundo puesto. Y en lo que llevábamos transcurrido del campeonato se disponía a establecer el récord de quedar primero o segundo en las diez primeras carreras del certamen.
Pero en la Fórmula 1 a los pilotos les cuesta horrores ser profeta en su tierra. Ayrton Senna solo pudo hacerlo dos veces en Brasil. Michael Schumacher otro tanto, por citar algunos ejemplos, y una vez más quedó demostrado con Sebastian Vettel.
Claro que esto no altera su tranquilidad en el liderazgo del mundial. Su ventaja con su compañero Mark Webber es de 77 puntos. Con Lewis Hamilton es de 82 puntos y con Fernando Alonso es de 86, de manera que nada corre peligro para el germano. No obstante, Sebastian ya ha dejado un mensaje a su equipo: “Que hay que mejorar”.
“Creo que el cuarto puesto es lo máximo que podíamos aspirar, lo cual no es suficiente pero hay que aceptarlo y seguir. Parece que Ferrari y McLaren están yendo cada vez más rápidos, y hay que trabajar más fuerte en el coche para intentar mejorar para volver a estar en el podio y llegar a arriba de todo,” explicaba Vettel a la BBC Sport el pasado domingo, tras la carrera.
“Por supuesto, que no estoy satisfecho, pero tengo que aceptar que hay otros que han sido más rápidos que nosotros hoy. No estoy contento, como ya he dicho, así que lo intentaré de nuevo la próxima vez, pero de momento creo que McLaren ha estado trabajando duro y ha mejorado su coche.”
“Durante el fin de semana no me he sentido cómodo y no he podido encontrar el ritmo que tuvo Mark (Webber). He tenido problemas para mantenerme después de las tres o cuatro primeras vueltas.”
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