5 de agosto de 2015

El futuro no está en sus manos, pero se quiere quedar

Nada parece estar bajo control de Kimi Raikkonen esta temporada. Al finlandés parece que este año se le burla el destino. Cuando la Ferrari es confiable, Kimi la pierde de las manos. Hace trompo en Canadá, se va de pista en Austria, no la puede llevar en mojado en Silverstone. Y cuando él está en el nivel que lo llevo a ser Kimi Raikkonen, que se siente a gusto y nos enamora nuevamente, la Ferrari se rompe.

Es una lástima, una picardía, pero a fin de cuenta, no se dan los resultados y eso es lo que pesa a la hora de renegociar un contrato. Hay quienes aseguran que Ferrari ya le habría preparado un precontrato para 2016 y que Kimi se quedaría una temporada más porque ya habría convencido con su actuación a Maurizio Arrivabene, quien tan sólo necesita un buen resultado, uno solo nomas, para que a su vez pueda convencer   a Sergio Marchionne el presidente de la Scudería.

Pero no tendremos novedad sobre la segunda butaca de la rossa hasta después del parón veraniego.  “Kimi pilotó de forma extraordinaria, pero hay que centrarse en el coche. Hay tiempo para decidir el piloto”, dijo al respecto al italiano.

Mientras tanto Kimi ya lo ha dejado en claro. “Si no tuviera la velocidad y la pasión, entonces no estaría aquí. Estaría en mi casa. Lo que pase el año que viene no está en mis manos, pero el equipo ya sabe que me quiero quedar”.

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