La medida estaba prevista para este fin de semana, dado que la FIA la anunció este martes con intenciones de introducirla en el GP de España. Pero como los equipos rápidamente recriminaron la medida, justificando que no iban a llegar a tiempo para este viernes, la Federación resolvió posponer el veto, en teoría, para la cita en el Principado.
La FIA comunicó por escrito, a cada uno de los equipos, los cambios normativos realizados. Aclarando que no prohíben en sí los difusores soplados, sino el flujo constante de los gases de escape desde el motor hacia estos. Permitiendo que durante las frenadas el volumen de gases de escape sea sólo del 10% del máximo al que se llegue con el acelerador pisado.
Para lograr esta limitación de los escapes, la FIA ha decidido intervenir el mapa motor que los equipos utilizan fundamentalmente en clasificación, y que les permiten mantener el flujo de los gases de escape hacia el difusor incluso cuando los pilotos están frenando y no pisan su acelerador, lo que confiere un mayor agarre aerodinámico del monoplaza.
Utilizando como base jurídica, el artículo 3.15 del reglamento técnico, que prohíbe los elementos aerodinámicos móviles como aquel 'mass damper' diseñado por Renault en el 2006.
“Va a tener efecto en todos los equipos”
Ni bien se conoció la determinación de la FIA, de prohibir el escape soplado, los jefes de Red Bull y de Mercedes salieron a realizar las primeras declaraciones, coincidiendo ambos en que la reducción de su efecto afectará a todos.
Christian Horner, Director Deportivo de Red Bull
“Creo que va a tener efecto en todos los equipos que lo han estado utilizando. Lo que parece ser el 90 por ciento de la parrilla, si nos fijamos en cuántos equipos están corriendo con difusores soplados”.
“Es la inevitable y desafortunada consecuencia del éxito”.
Ross Brawn, Jefe de Equipo de Mercedes GP
“Esto va a afectar a todos los equipos. Los equipos han estado desarrollando sus sistemas de gestión del motor para obtener el máximo beneficio de los tubos de escape, y la FIA quiere empujarnos en otra dirección”.
“No tengo ni idea de como resultará, pero ha obligado a todos los equipos a tener un nuevo enfoque en cuanto a lo que están haciendo en términos de estrategias de motor. Esos escapes que oíamos petardear, no creo que los oigamos nunca más”.
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