En una reunión llevada a cabo recientemente, las escuderías que conforman la FOTA han tomado la determinación de frenar el aumento del efecto suelo.
A finales de diciembre, la FIA intentó fomentar la idea (además de los motores turbo 1.6 litros) de usar piezas para aumentar el efecto suelo. Pero en representación de todos los equipos, el director técnico de Williams, Sam Michael, dejo en claro que la propuesta se ha quedado en el cajón.
“Casi todo queda como en la propuesta de la FIA, o muy parecido pero con sólo algunos retoques. La mayor preocupación es que se trata de una enorme inversión para los equipos,” ha dicho Michael a la BBC.
“Si se va a seguir ese camino, va a haber una serie muy diferente de coeficientes aerodinámicos de arrastre y elevación que no se puede lograr con la normativa vigente, está bien, eso es diferente. Pero los equipos lo han visto como una enorme inversión y un trabajo por algo que no entienden muy bien.”
“No tenemos miedo al trabajo, pero si por tener que gastar todo ese dinero, ¿por qué tendríamos que hacer eso y no algo a lo que se pueda llegar muy rápidamente y a buen precio con la planta actual?. Al final la FIA ha entendido eso. El nuevo suelo supone un presupuesto muy alto, para algo que aun es desconocido.”
“Se podría predecir la carga aerodinámica que resultaría, pero fácilmente se podría alcanzar el doble de ese resultado. Si nos quedamos con el suelo actual, podemos controlar donde vamos a tener la carga aerodinámica y la resistencia.”
La FIA aún puede seguir adelante con sus planes de introducir el conjunto de nuevas regulaciones para el 2013 sin el consentimiento de los 12 equipos de la parrilla, pero tiene que tomar una decisión antes de finales de junio. Y visto la firmeza de los equipos, y lo que se ha logrado hasta el momento con las actuales normas, no ira en contra del paddock.
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