Las investigaciones iniciales que se llevaron a cabo en Renault indican que la larga detención en boxes fue la causa que motivó el espectacular incendio del Lotus Renault.
El R31 comenzó a incendiarse ni bien retomó la calle del pitlane para regresar a la carrera, lo que obligó a Nick Heidfeld a saltar apresuradamente del coche antes que este tuviera una pequeña explosión que lastimó a uno de los auxiliares de pista.
Si bien todavía el director técnico James Allison aun debe publicar un informe completo sobre el incidente, se estima que el problema comenzó cuando una de las tuercas de las ruedas demoró la parada en boxes, cuando el procedimiento normal requiere que el piloto mantenga el motor a 18.000 rpm.
Mientras los mecánicos asistían al problema de la rueda, el coche se mantuvo estacionado durante unos 10 o 12 segundos en lugar de los habituales tres o cuatro, lo que causó que el escape recalentara la carrocería y el fuego quedara atrapado.
La subsiguiente explosión del pontón de la izquierda sucedió cuando la fría espuma del extintor entró en contacto con el mencionado bote de gas caliente situado dentro del pontón, que todos los coches llevan con el fin de alimentar el sistema de válvula neumática del motor.
Se ha confirmado por parte del circuito de Hungaroring que el comisario golpeado por los restos que salieron despedidos por la explosión, no sufrió más que contusiones en la pierna. Se espera que Renault haga una explicación oficial en la tarde del lunes.
A continuación, estas eran las imagenes captadas por un aficionado presente en el Hungaroring
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