El piloto alemán despidió la temporada 2009 con un resonante triunfo en el GP de Abu Dhabi. A bordo de un inquebrantable RB5, el talentoso joven germano ofreció un manejo perfecto que le dio el subcampeonato y un doblete contundente a la escudería Red Bull, doblete que Jenson Button acompañó en el podio.
Para que no queden dudas que fueron el mejor equipo de la segunda mitad del campeonato -con altibajos incluidos– el equipo de Milton Keynes concreto el cuarto y último 1-2 del año. Triunfo compuesto que fue favorecido por el abandono inesperado de Lewis Hamilton tras el primer prime de la carrera, es cierto, pero solvente ante el ataque final de un Jenson Button descargado de presiones con el afán de confirmar su campeonato.
La carrera la podríamos dividir en dos partes. La parte vespertina, dominada por Lewis Hamilton desde la pole. Y la nocturna, que fue toda de Vettel.
Desde el vamos Lewis intentó hace uso y abuso del KERS, elemento recuperador que le permitió al moreno mantener una ventaja apretada sobre el asedio de los hombres de Red Bull. Pero el ataque del equipo energizante, encabezado por Vettel, fue tan preciso, tan fino, que Hamilton no pudo aprovechar como quiso el turbo del KERS, dado que Sebastian supo contrarrestarlo con un buen coche en la geometría de la primera parte del circuito. Hamilton se escapaba en las rectas, pero el germano achicaba en el mixto.
Así las cosas el duelo psicológico llego al primer pit stop con Hamilton al frente con una escasa diferencia, pero entonces un problema en los frenos traseros se encrudecía improvistamente dentro del McLaren y Hamilton debía volver al pit para dejar la flecha de plata aparcada en su box. Así las cosas, a Vettel y a Webber se les allanó el camino habiendo entre ambos una ventaja inicial de nueve segundos que el australiano no pudo descontar, sino más bien centrarse en el ataque de Jenson Button, entregándonos la parte más vibrante de la carrera durante las últimas cinco vueltas.
A la expectativa de que se tocaran para ponerle pimienta a una carrera que después del primer pit stop se hizo aburrida, Rubens Barrichello y Nick Heidfeld llegaron en cuarta y quinta posición. El brasileño con un poco de amargura por no haberse quedado con el subcampeonato. El germano con el cumplido de haberle dado los últimos puntos a BMW en la F1.
Pero si tengo que encontrar otro punto destacable de la carrera, que no haya sido el 1-2 de Red Bull, entonces me viene a la cabeza Toyota y su descubrimiento: Kamui Kobayashi.
El japonés ya nos había dejado un buen sabor de boca en Interlagos con su carta de presentación ante Jenson Button, el hombre que en esa carrera justamente terminó conquistando el campeonato. Y dos semanas después, reemplazando nuevamente a Timo Glock a modo de una segunda oportunidad, nos robó el asombró al repetir una maniobra símil con el mismo Jenson Button coronando una carrera increíble con un sexto puesto y los primeros tres puntos de su reciente estrenada carrera deportiva en F1.
Tan grandiosa fue su actuación que se dio el gusto de superar a Jarno Trulli, el experimentado piloto de la casa quien arribó séptimo, siendo que el japonés contaba con un auto sumamente pesado, el cual a pesar de su inexperiencia, supo llevarlo como un maduro y con mucha rapidez.
Sebastien Buemi, en otra sobresaliente actuación para Toro Rosso, rescató el último punto.
Termino el campeonato del mundo y ahora a descansar. Aunque en el descanso tendremos para echar muchas cosas de menos que ya no volveremos a ver el próximo año. La carga de combustible, el KERS en las rectas, los cubre neumáticos, BMW, tal vez Giancarlo Fisichella y tal vez Kimi Raikkonen.
Casualmente estos dos volvieron a navegar en la parte de atrás del pelotón lejos de la lucha por los puntos. Una carrera que para Ferrari gracias a dios ha marcado el final del año, lo que le permitirá pensar de lleno en la llegada de Fernando Alonso.
Un Fernando Alonso que en su despedida del rombo no pudo hacer nada más que llevar un Renault con cero posibilidades a la línea de meta.
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