La Federación Internacional de Automovilismo ha dejado quebraderos de cabeza este fin de semana al ir y venir con su normativa dos veces en un solo día.
Desde principios de junio se había definido con un mes de anticipación al GP de Gran Bretaña que a partir de esta cita, los escapes soplados solo iban a rendir a un 10%. Pero entonces llegó el viernes de entrenamientos y en medio de la primera sesión, el delegado de seguridad Charlie Whiting comunicó una excepción para los motores Renault y Mercedes. Al impulsor francés se le iba a permitir al 50% en soplado frío y a los Mercedes un poco más del 10% en soplado caliente para evitar problemas de fiabilidad.
Esto rápidamente despertó una queja de Ferrari y de Cosworth. De manera que este sábado, antes de comenzar la tercera sesión, la FIA resolvió dejar sin efecto el permiso a los motores Renault y mantener la prohibición al 10% cuando vayan a 12.000 rpm, pudiendo aumentarse el flujo hasta el 20% cuando el régimen del propulsor sea máximo (de 18.000 rpm). Mientras que a Mercedes se le mantiene la excepción por temas de fiabilidad y su soplado podrá ser un poco superior.
Pero como era de esperarse, ahora los que protestan son los clientes de Renault y en particular la escudería Red Bull, que se siente la principal afectada de todo este barullo.
“Voy a bajar a hablar con Charlie sobre esto. No estoy diciendo nada más”, declaraba un furioso Christian Horner, director del equipo, a la revista Autosport cuando iba camino al box de la FIA.
Soplado frío: Cuando el piloto levanta el pie del acelerador, el acelerador del motor se abre completamente pero no se inyecta combustible. Así no se produce potencia, pero el aire circula por el motor proporcionando un 75% de los gases que se expulsarían con el acelerador a fondo.
Soplado caliente: Se diferencia del soplado frío en que ahora si que se inyecta combustible, que no produce potencia al realizarse la combustión con las válvulas de escape abiertas, y se propaga por el escape. Este sistema es más potente que el soplado frío.
La decisión tomada por la FIA el viernes suponía un giro dramático a la situación, porque se cree que Red Bull sólo estaba utilizando un soplado al 45% antes de las nuevas normas. El motor Renault no puede utilizar el soplado en caliente por problemas de fiabilidad, ya que podría causar un sobrecalentamiento del motor.
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