El piloto alemán finalmente pudo romper su mala racha en el circuito de Albert Park y tras abandonar en las tres ediciones anteriores se quedo con la victoria en el GP de Australia. Completando el podio Lewis Hamilton con el McLaren y un sorprendente Vitaly Petrov con el Lotus Renault GP.
Pole y victoria, mejor manera de comenzar la defensa del título no hay. Y como buen campeón, Sebastian Vettel ha cumplido con su parte. No gano de punta a punta, pero tampoco defraudó. Siempre se mantuvo distante de Lewis Hamilton, de su compañero Mark Webber y de las Ferrari y así fue tejiendo la primera victoria del año, la número once de su historial y la decimosexta para la ‘compañía de bebidas’
Tras la clasificación del sábado, comenzó a circular una versión de que Red Bull había diseñado un mini KERS con el fin de que sea usado sólo en el comienzo de la carrera y viendo como se ha escapado Vettel ni bien se apagaron los semáforos un bosquejo de verdad parece que puede haber.
Desde el vamos a Lewis se le hizo imposible seguir el ritmo del RB7 y mientras preservaba su segundo lugar, atrás Jenson Button y Felipe Massa realizaban una intensa lucha que generó la emoción del primer tramo de la carrera y que rápidamente nos enseñó que esto del alerón ajustable no funciona.
Button no lo pudo pasar por ningún lado al brasileño y agotado de paciencia tuvo que recurrir al corte de una chicane para quitárselo de encima en la vuelta 11, opción que no fue ventajosa porque terminó recibiendo un drive trough penalty por tal acción.
Pero peor suerte corrían Fernando Alonso y Michael Schumacher, ya que el asturiano caía hasta la décima posición ni bien se daba la largada, producto de haber quedado taponado. Y el káiser pinchaba el neumático trasero derecho producto de un roce vaya a saber con quién.
Sin embargo el español supo rehacerse desde la mitad de la grilla, y terminó arribando en la cuarta posición tratando de buscar el error de Vitaly Petrov, a quien acechó en las últimas vueltas por el último escalón del podio, como ya se vio en Abu Dhabi, pero no inquietó.
Usted se preguntara ¿cómo llego Petrov aquí? Respuesta simple: haciendo su mejor carrera. El ritmo del R31 demostró que lo que vimos en la pretemporada era cierto y que sus escapes adelantados le han terminado por dar una prestación altamente competitiva. Y ello se solidificó con una mejor largada que lo lanzó del sexto al cuarto puesto.
No obstante, el ruso no ha sido la única presencia positiva que tuvo la carrera. Pues detrás de un deslucido Webber que acababa en el quinto puesto, y un frustrado Jenson Button producto de la penalización, aparecía la sorpresa que nos depara cada comienzo de temporada. En esta ocasión: Sergio Pérez.
Contra todos los pronósticos, el mexicano tiro a la basura todas esas apreciaciones apresuradas de que por la degradación de los neumáticos se iban a tener que hacer tres o cuatro paradas. Y con una sola detención, se las arreglaba para llegar séptimo por delante de su compañero Kamui Kobayashi quien también sumo puntos para Sauber y finalizó octavo.
Siendo las últimas dos posiciones puntuables también para el motor Ferrari, porque Felipe Massa arribaba en el noveno lugar y Sebastien Buemi con el Toro Rosso lo hacía décimo.
Así las cosas, de la primera carrera del año se pueden sacar dos conclusiones. La primera que los neumáticos no se degradan tanto como se creía. La segunda que el alerón ajustable no es tan incidente como se suponía. Y si quiere una tercera, que todo sigue más o menos como esta y el rival a batir sigue siendo Red Bull con Sebastian Vettel.
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