Durante estas últimas 48 horas dos posiciones sentaron base para el
debate de la F1, los que tildaron a la escudería de Milton Keynes como malos
perdedores, llorones, ahora que conocen el sabor de la derrota. Y los que
consideran que su reclamo es justo, necesario y merece ser escuchado. Pues yo…
le doy alas a su reclamo.
Red Bull dominó la F1 durante cuatro temporadas, es cierto… fueron
cuatro títulos consecutivos de Sebastian Vettel, pero saben que… no fue una
dictadura del motor Renault, fue a base de ingenio aerodinámico, que a medida
que a Adrian Newey se le ocurría algo, se lo prohibían con la excusa de
garantizar la igualdad en el deporte (así
como no va a terminar perdiendo su motivación por la F1).
Y si repasamos un poco, igualdad hubo durante su exitoso lustro:
· En la temporada 2010 por ejemplo, hubo cinco ganadores
diferentes (Vettel 5, Alonso otras 5, Webber 4, Hamilton 3 y Button 2) lo que a
la vez significa que hubo tres escuderías triunfantes.
· Al año siguiente, en 2011, se volvieron a repetir los mismos
ganadores, aunque bueno… con la salvedad que Sebi hizo la gran diferencia con
once triunfo.
· Sin embargo, es la temporada 2012 la que más hay que destacar
y que sin embargo muchos parecen que la han olvidado. Fue el mundial de los
siete ganadores diferentes en las primeras siete carreras (que al final fueron ocho),
que tuvo seis equipos vencedores y un total de nueve sumando puntos para la
Copa de Constructores.
· Luego sí, la temporada 2013 volvería a ser como la de 2011,
con cinco ganadores distintos, pero con el alemán marcando nuevamente la
diferencia, consiguiendo trece triunfos.
En fin… lo que quiero demostrar con esto, es que durante el lustro de
Red Bull hubo oportunidades, no fue un monopolio enquistado sobre su planta impulsora. Ferrari le pudo
haber ganado el título en dos oportunidades, McLaren, Mercedes, Lotus y
Williams se anotaron algunos triunfos, el motor los empujaba, pero no marcaba
la diferencia.
Sin embargo desde el año pasado, la tendencia se revirtió por completo y
la aerodinamia pasó a un segundo plano. Este nuevo reglamento técnico que se
nutre de unidades de potencia muy complejas con restricciones muy estrictas,
está matando la esencia y la competencia en la F1. Si… es cierto, habría que
darle un premio a Mercedes por haber entendido esta nueva tecnología antes que
nadie y mejor que ninguno. Pero es cierto también que para ello se desentendió
de la lucha por el título algunas temporadas antes que sus rivales y trabajo en
secreto con ciertos adelantos que obtuvo de primera mano por parte de la FIA
para la construcción de esta nueva unidad de potencia hibrida.
Si la FIA le hubiese entregado el mismo dossier, la misma receta a todos
en tiempo y forma, ustedes creen con una mano en el corazón ¿qué Mercedes hoy
estaría al frente con tamaña ventaja?
Nadie duda de la capacidad y el desarrollo que ha tenido el equipo
alemán en este aspecto, pero… así cualquiera. Que equipo no trabajaría con
solvencia y mucha tranquilidad sabiendo que hagan lo que haga el resto ellos
estarán siempre un paso adelante simplemente porque llegaron primeros, y porque
ya llevan recorrido un camino que a los demás les falta por recorrer. Tienen
una diferencia natalicia que con esta norma absurda del congelamiento de
motores y la utilización de tokens se hace indescontable.
Es por eso que las
máximas figuras del equipo austríaco han mostrado de forma clara su
descontento con el actual sistema que tiene la F1 hasta el punto de
replantearse la continuidad de Red Bull en el mundial.
“Existe el peligro de que Mateschitz
pierda su pasión por la F1. Los reglamentos técnicos son incomprensibles,
demasiado complicados y caros. Hemos dejado que la Fórmula 1 la gobiernen los
ingenieros. Pero nuestro diseñador Adrian Newey
tiene su creatividad cortada por estas regulaciones en la unidad de potencia. Están matando la Fórmula 1”,
se lo escuchó declarar a Helmut Marko después de la carrera.
Declaración que fue arremetida rápidamente
por el director deportivo de Mercedes Toto
Wolff, quien lo mandó a llorar al muro de los lamentos. “Pienso que deberían agachar la cabeza, trabajar duro y tratar de solucionar
el problema”, alegó el austríaco.
Pero Mercedes
tiene que tener memoria y recordar que en su momento, el equipo –no Toto Wolff-
supo quejarse de los difusores soplados, el mapeo de motor, y otros tantos
artilugios naturales que supo implementar Newey a su Red Bull, y sin embargo en
ningún momento los mandaron a Jerusalén.
Yo la verdad que el sólo hecho de
pensar que Red Bull puede dejar la F1 me genera un nudo muy grande en el estómago.
Porque no debemos olvidar que Dietrich Mateschitz llegó al deporte como un aficionado
millonario que de la nada convirtió a un equipo en exitoso y terminó salvando no
una sino dos escuderías de F1.
A ver… para los que tienen poca
memoria, Red Bull salvo del despido a un montón de ingenieros y empleados que
habían quedado a la deriva cuando Ford decidió dejar la F1, siendo que ellos
habían incursionado primero como motoristas del equipo cuando estaba en manos
de Jackie Stewart (Stewart Ford) antes de comprarlo a fines de la temporada 1999.
Entonces decidieron renombrarlo Jaguar en el 2000 y sin éxito ni gloria
terminaron vendiéndoselo a Mateschitz en 2004, para convertirlo en Red Bull en
2005.
Desde entonces… de la nada, creo
un imperio. Adquirió Minardi para convertirlo en su segundo equipo y plataforma
para la formación de sus pilotos, nos devolvió a Adrian Newey que para ese
entonces andaba alejado de la F1 tras su crisis de motivación que lo aparto de
McLaren, moldearon a Sebastian Vettel, reclutaron ingenieros, crearon una
fuerte asociación con Renault y se convirtieron en lo que son hoy. Que quiero demostrar con esto…. Que si miro
para atrás doy cuenta que desde 2005 al día hoy, Red Bull como marca, como equipo,
como símbolo, le ha dado más a la Fórmula 1 que ningún otro escudería y me
arriesgo a incluir a Ferrari. Red Bull siempre fue a más, nunca a menos. ¿Alguien se puso a
pensar en el vacío que hubiese habido si Red Bull no hubiera existido?
Alguien recaló que en el transcurso de su existencia, marcas como BMW, Toyota, la misma Honda, declinaron a seguir en el mundial. Que numerosos magnates a lo largo de estos años intentaron permanecer en el mundial adquiriendo momentáneamente equipos como antiguamente Jordan, HRT, Marussia y Caterham para terminar desahuciados.
Usted que prefiere, una F1 sin
Red Bull, con menos coches aun en la grilla, en la que en cada Gran Premio
sepamos de antemano ya el sábado, luego de la tercera tanda si será Lewis
Hamilton o Nico Rosberg el ganador de la carrera. O quiere siete ganadores
diferentes en las primeras siete carreras del mundial.
Porque como están planteadas las
cosas y por lo que vimos en Australia, vamos camino a la monotonía. Es más, me
late que hasta ni siquiera lucha entre compañeros de equipos va a haber, porque
luego de la paliza psicológica que le ha dado el moreno en Albert Park, el
alemán con su declaración “condujo a lo campeón”, le terminó entregando el buzo.
La F1 se viene a pique, quince
autos en la grilla porque dos no llegaron a la largada, producto de estas
unidades de potencias insufribles. Un campeón del mundo de la talla de Alonso
en reposo por una fuga eléctrica, un talentoso Valtteri Bottas afectado por la
mala postura que tienen que adoptar los pilotos a estos nuevos chasis.
Hasta Bernie Ecclestone se esta
dando cuenta que el show se le está viniendo en declive. “Su posición es
100% correcta. Hay una regla que pienso que colocó Max Mosley que dice que
cuando hay un equipo o motorista concreto que hace algo
especialmente mágico, como ha hecho Mercedes, la FIA puede mezclar y dar de
nuevo. Necesitamos cambiar un poco las cosas y estudiar hacer
algunos cambios”, sugirió Bernie en apoyo a Red Bull.
No sé ustedes… pero yo esta vez (y no es que me deje llevar por la foto eh)…
les doy alas.
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