El profesor le dio mucho a este deporte, como piloto en su momento, como
propietario de su equipo después. Lamentablemente sus monoplazas azules, tan
recordados, fueron los primeros damnificados de esta F1 disparada,
incontrolable, donde veían la luz las primeras restricciones.
Hoy Alain Prost es un mero aficionado que sigue la F1 de lejos, que ya
no está en el paddock cuya distancia de la máxima categoría, le permite ser un
crítico que merece ser escuchado.
“Cuando no te encuentras presente y estás
muy lejos, como ha sido mi caso este fin de semana, ves las cosas de diferente
manera. He comentado a menudo a los jefes de equipo de la Fórmula 1 que
necesitan dar un paso atrás para analizar la situación, porque te da una
perspectiva diferente de las cosas.”
“Por
desgracia, desde
el exterior, con todo lo que está pasando, la percepción de la Fórmula 1 es muy
negativa en este momento. Esto es perjudicial para el deporte y hay que
solucionarlo. En
cierto sentido, hemos
llegado al final de un ciclo, y requiere un análisis objetivo de la situación”, ha analizado Prost.
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