La marca italiana está abierta al espectáculo de par en par. Su consigna es hacer de los deseos de los equipos, una orden. Pero para ello, es necesario también que estos mismos equipos cooperen.
Pirelli tiene bien en claro que la decisión final la tienen los equipos. Que saldrá a pista el neumático que los equipos pidan y no el que ellos deseen dentro de la fábrica.
Pero para poder satisfacerlos, es necesario contar con un coche real, que este a la altura del reglamento actual y no tener que salir a rodar con un monoplaza que ya lleva dos años vencidos.
El Toyota TF109 ha sido un grandioso coche, al que han acondicionado hasta más no poder. Pero ya está, no hay más nada que se pueda hacer con él. Le falta el DRS, el tanque de combustible actual, que abastece el coche para toda la carrera.
Y sin la mayor aproximación posible, con los coches actuales, el compuesto que se haga va a estar cada vez más lejos de la realidad, de lo que realmente se necesite.
“Hay un problema con los tests, un problema real: no podemos acceder a los coches actuales y nadie parece dispuesto a darnos una solución o una respuesta”, denunciaba Paul Hembery en declaraciones a Autosport.
“El coche actual no tiene el tanque de combustible correcto y tampoco incorpora el DRS. De manera que últimamente nos es un poco complicado porque es difícil verificar los resultados que obtenemos. Y nosotros queremos fabricar el mejor producto posible”, aseguraba Hembery.
“Para los equipos es muy fácil decir ‘no, no, no...’, pero necesitamos una solución que no nos lleve a discusiones sobre si favorecemos a un equipo por encima de otro. Eso no nos interesa, sólo queremos hacer nuestro trabajo lo mejor posible. Queremos llegar a una solución profesional y he de decir que estoy convencido que la encontraremos”, afirmaba el de Pirelli.
Es que el británico entiende que se puede llevar a cabo sin necesidad de que genere recelo o sospecha en el resto. “Podríamos usar un coche diferente en cada test, o evitar que se pudieran extraer datos de los entrenamientos, dado que todos los equipos llevan una centralita electrónica McLaren. Podríamos romper ese canal, o podríamos hacer los datos públicos. Hay varias soluciones”, sugiere Hembery.
Por lo pronto se reunirán para tratar el tema
“Nos sentaremos con ellos (los equipos) y les diremos: 'Mirad, esto es lo que hemos aprendido este año y esto es lo que creemos que podemos mejorar. ¿Queréis que lo hagamos? Los equipos deben dar su punto de vista. Podríamos tener todas las ideas del mundo, pero si al final no quisieran aplicarlas, no querrían”.
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