El campeón no piensa bajar los brazos

Fernando Alonso ya sabe lo que es ganar en el Circuito Internacional de Shangai y como nadie tiene a cuestas la presión de haber definido parte de sus dos títulos allí. En el año 2005, cuando fue la última carrera del año y ya estaba consagrado como campeón del mundo, el asturiano venció con comodidad. Mientras que en la última edición fue segundo detrás del memorable Michael Schumacher, a quien luego le ganaría el título en Brasil. Ahora las cosas son distintas y pese a que el español llega a la cuarta edición del GP de China, con doce puntos de desventaja, aclaró que seguirá luchando hasta que no se vea descartado.

“Sé que tengo las cosas muy difíciles, pero yo seré el último que tire la toalla. Hasta que matemáticamente no esté todo definido no bajaré los brazos”, adelantó el piloto asturiano.
“Lo que tenemos que hacer es tratar de salir de aquí con menos de diez puntos de diferencia, todo para que haya una mínima esperanza en Brasil”, especuló Alonso. El español aclaró que irán carrera a carrera, ya que pensar en las dos sería demasiado arriesgado.
“Para que yo gane se necesita una combinación de resultados extrañísima, está muy difícil, pero vamos a intentar salir con posibilidades de la carrera, y divertirnos”, comentó el 'Nano' que llegará a Shangai con un MP4/22 nuevo.

El español explicó que se ha decidido cambiar el chasis porque repararlo de una semana para otra hubiera sido muy difícil. Incluso ira con nuevo motor puesto que se encontró una pieza con demasiado estrés en el motor anterior y se decidió cambiar el mismo, por uno que utilizará hasta fin de año. Para Alonso esto no cambiará mucho las cosas “aunque en Brasil tenga que correr con ese mismo motor”. Fuentes: F1Live.com