A sus 34 años de edad el piloto australiano es consciente que ha llegado este año al techo de su carrera y que repetir una temporada como esta será muy difícil. Claro… nada está dicho teniendo en cuenta que el diseñador de sus coches es Adrian Newey, pero por el momento este ha sido su mejor año y cuando uno está muy cerca del objetivo de lograr el campeonato del mundo y no lo consigue, el golpe moral puede ser muy alto. Y esto es lo que está pasando ahora con Mark Webber.
Es que el australiano, que tenía reservado unas vacaciones después de la última carrera del año en Omán, un lugar perfecto para desconectarse de todo y olvidar que perdió el título a manos de su compañero, fue obligado por su equipo a coger un avión destino Salzburgo para celebrar los dos títulos mundiales de la marca de bebidas energéticas, un momento en el que no tiene muchas ganas.
"Llevo involucrado en el equipo mucho tiempo, sé que hemos logrado cosas buenas en los últimos años pero es una situación muy complicada", reconocía el australiano y agregó: "Van a ser unos días muy difíciles".
"Cuando te propones un objetivo tan alto y estás muy cerca de conseguirlo, el golpe moral es muy alto. Te queda una sensación de vacío", admitió el piloto de 34 años al rotativo australiano The Age, recordando este medio que Webber no apareció por la fiesta de celebración de Red Bull en el circuito de Yas Marina.
Su papá está convencido de que se quedará
Y fue por esta actitud que rápidamente la prensa de comenzó a poner en duda la continuidad de Webber en el equipo Red Bull. Conjeturando incluso con la posibilidad de que pudiera recalar en Renault.
Pero antes de que estos rumores comiencen a tomar vuelo, su padre ya anticipó que si desaparece de escena, será sólo para tomarse unas merecidas vacaciones y volver más fuerte que antes.
"Se recuperará y entonces tendrá algo de tiempo para las vacaciones. Probablemente pierda un poco de peso, y ya en febrero volverá a trabajar para estar en forma. Ya no es un jovenzuelo pero si se relaja y desconecta, volverá muy fuerte", afirmaba su padre, Alan, al diario Canberra Times.
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