Hoy por hoy Francia ha desaparecido del mapa de la F1 y sólo hay un culpable para el profesor: la política.
Desde que Magny Cours se cayó del calendario, han surgido numerosos proyectos con el fin de restituirlos pero todos ellos no prosperaron por una simple razón: política.
“El primer proyecto en Disneyland, visto ahora, tal vez era un poco complicado, pero Flins era un sitio excepcional con un proyecto real,” recordaba el tetracampeón sobre el proyecto que fue abandonado a finales de 2009.
“Habría habido 100.000 personas más, cerca de París. Todo el mundo estaba entusiasmado, sobre todo, Bernie Ecclestone. Pero el proyecto fue abandonado cuando todo estaba preparado y financiado, a causa de las elecciones regionales y un asunto ambiental, que era esencialmente político”, comenta el francés.
"¿Queremos un Gran Premio de Francia?," se pregunta Alain y le pregunta a sus ciudadanos. "Hoy en día, no hay pilotos franceses en Fórmula Uno y Renault dentro de poco dejará de llamarse Renault. Es un poco complicado y además es un problema financiero”, argumenta.
Y en este punto le tira un palo por elevación a Bernie. "El precio solicitado por Ecclestone es variable. Cerca de 15 millones en Europa. Es una ecuación económica: ¿cuántos espectadores puedes atraer? Si tenemos 50 o 60.000 y un precio de 15 millones de euros, pierdes cerca de 8 millones. ¿Quién puede poner hasta 8 millones de euros? Si los políticos no dicen 'es importante para Francia tener un Gran Premio', no vale la pena hablar.”
Concluyendo de manera irónica que: “Cuando escucho que lo que se necesita es un promotor pienso que es basura.”
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