15 de marzo de 2011

Entrevista con el flamante campeón del mundo Sebastian Vettel


Un periodista del diario español Marca, Marcos Canseco, aprovechó el último test en el circuito de Barcelona para lograr una de las mejoras entrevistas que se le hayan realizado al flamante campeón del mundo Sebastian Vettel.

Previa introducción de sus logros (el más joven en puntuar, con 19 años y 349 días; el más joven en lograr la pole, con 21 años y 72 días; el más joven en subir al podio y en ganar y el campeón con menos años: 23 y 134 días), se podía apreciar en el sitio de internet del Diario Marca un mano a mano muy personal con Sebas como nadie lo había conseguido antes.

En el que uno se encuentra con un Vettel muy agradecido a Red Bull, al que el título de campeón del mundo no lo ha cambiado y que lejos de querer imitar a su ídolo Michael Schumacher o compartir equipo con Fernando Alonso, prefiere disfrutar de más tiempo con los suyos. No en vano una de sus condiciones de renegociación de contrato fue pedir menos comparecencias públicas.

¿Cuál es la pregunta que se hacía y que ha contestado al ser campeón del mundo?
Ha sido un gran cambio de vida. Pero ésta es la respuesta. No, no buscaba una pregunta particular a la cual contestar. Me sigue gustando estar sorprendido de todo lo que ocurre.

Con 22 años fue segundo en el Mundial y lo ha ganado con 23. ¿Dónde encuentra la motivación a partir de ahora, qué retos se marca?
En seguir ganando en este juego, es tan simple como eso. Sí, es verdad, mi sueño siempre fue ser campeón y con el tiempo me iré dando cuenta de lo que significó lo que conseguí el año pasado. Pero no me levanto cada mañana y me hago esa pregunta ¿Y ahora qué? Como deportista siempre se está acostumbrado a buscar algo. Cuando tienes un problema intentas resolverlo y cuando lo haces buscas el siguiente reto. Vas carrera a carrera. No miras atrás demasiado. Mirar atrás es bonito, te vienen a la cabeza muchas emociones, pero cuando subes al coche sólo piensas en ser dos décimas más rápido que los demás. Es como funciona.

Cuando lleguemos a Melbourne volveré con cero puntos en la clasificación de nuevo. No hay ninguna ventaja porque yo haya sido campeón el año pasado. Me gusta lo que hago y no es por lo que conseguí en 2010, con lo cual, la motivación está muy clara.

Hace dos años pude ser campeón y no lo fui y el año pasado lo conseguí. Lo más importante es que tú te sientas capaz de conseguirlo. Mi objetivo es lograr el campeonato de nuevo y llevármelo a casa, pero lo mejor es que tengo confianza en que puedo lograrlo.

¿Sueña con la posibilidad de batir los récords de Michael Schumacher?
[sonríe] Lo dice como si me quedara un paso y me quedan miles de pasos para conseguir eso. No lo sé. Los récords de Michael son casi imbatibles. Al final, Michael es Michael, ya ha conseguido unos logros.

Fernando Alonso tiene también su propio estilo. A Fernando nunca le gustaría ser Michael y a mí, que soy alemán, sí me gustó siempre, pero tampoco quiero ser como él. Hay muchas cosas que se pueden aprender de pilotos como Fernando o Michael u otros muy buenos. Pero al final tienes que saber traducir y buscar tu propio camino y hacerlo funcionar para ti mismo. No intento copiar a nadie.

¿Le agobia ahora toda la atención que se está generando a su alrededor?
Obviamente hay mucha atención ahora. Al final lo más importante es como tú la asimiles y que te adaptes a la situación. Cuando llegas a tu habitación en el hotel o a tu casa debes mirarte al espejo y saber lo que está sucediendo y por qué. Yo me voy a dormir y no tengo ninguna preocupación en absoluto.

¿Sigue teniendo tiempo para usted?
Es cierto que tengo muchos compromisos y que hay ocasiones en las que me gustaría estar en casa y no puedo. Lo más importante es aprender a decir “no”. Tengo muchas solicitudes para entrevistas o eventos y te gustaría complacer a todo el mundo, pero no funciona si lo intentas hacer todo al mismo tiempo. Hay que saber decir “en otra ocasión” o “el año que viene”. Tú conoces tu cuerpo y hasta dónde llega y a veces necesito cogerme un par de semanas libres para mí.

¿Le agobia la gente?
Creo que lo llevo muy bien. Cuando volví a mi ciudad y había miles de personas esperándome y gritando no pensaba, “qué ganas tengo de llegar a casa y descansar”. Nada de eso. Para mí era buen rollo y energía positiva. Es algo único.

¿Le gusta salir mucho, hacer vida social o estar tranquilo cuando llega a casa?
Estar tranquilo. Es lo que más se aprecia.

En algunas ocasiones el año pasado no se le ha visto feliz del todo en el podio.
Eso no ha cambiado. Es porque estoy repasando la carrera y he cometido algún error o algo no ha salido bien y no dejo de darle vueltas. Normalmente estoy enfadado conmigo mismo cuando pasa eso.

Fernando Alonso dijo hace unos días que todos sueñan con pilotar en Ferrari, pero ninguno se atreve a decirlo. ¿Por qué? Supongo que porque pilotan para otro. ¿Es su caso?
Ahora tengo que tener cuidado con lo que digo [sonríe]. Yo no tengo problema. Lo he dicho en muchas ocasiones. Para ser honesto como piloto y como persona: sería un gran honor estar algún día en un gran equipo como Ferrari. Es evidente, por la historia y por todos los grandes pilotos que han estado allí. Poner mi nombre sería muy bonito.

¿Y se ve pilotando al lado de Fernando algún día?
Lo veo complicado, porque el está en Ferrari y yo en Red Bull y estoy muy feliz de estar aquí. Si miras mi pasaporte, creo que me quedan más de un par de años para pensar en eso.

Jaime Alguersuari dice que Red Bull es como el Barcelona, que crea sus propios pilotos campeones, y que Ferrari es como el Real Madrid, que ficha a golpe de talonario, ¿está de acuerdo?
No soy un experto en el fútbol español, pero obviamente conozco al Real Madrid y al Barcelona y creo que en cierto modo coincido. Red Bull tiene su programa de jóvenes talentos, pero también gasta mucho dinero en él. La idea es tener grandes pilotos como Jaime o Buemi pilotando en Red Bull en el futuro.

Por otro lado, ¿por qué vas a invertir en pilotos jóvenes si no les puedes ofrecer un futuro? Por eso creo que las dos fórmulas son válidas.

¿Qué tipo de criterio cree que hay que tener para seleccionar un equipo? Si está algún día en posición de elegir, ¿cuáles son los criterios para seleccionar el equipo en el que quiere estar?
Creo que el principal criterio es el rendimiento. Siempre quieres tener un coche con el que sientes que podrás luchar por el campeonato. Puede que haya años en los que las cosas no te van bien, la Fórmula 1 es así, pero el objetivo más importante es ese. Y el segundo sería sentirse a gusto, porque al final en cualquier trabajo, si te gusta, te va bien, si no, estar en un trabajo en el que no estás a gusto es una pérdida de tiempo.

Aunque te ofrezcan mucho dinero, tienes que decidir con el corazón. Incluso si te ofrecieran un coche rápido, si no estás a gusto no disfrutas de la vida como deberías. Si tienes la posibilidad, hay que cambiar. Yo estoy muy a gusto donde estoy, me siento en familia. Tengo una relación especial con Red Bull y me siento orgulloso de ello. Más que mirar a mi cuenta corriente, me gusta venir aquí, tomarme un té, competir y pasarlo bien juntos.

¿Entonces los considera amigos más que compañeros de trabajo?
La amistad es una palabra difícil. ¿Cuántos amigos de verdad tienes? Puede que tres o cuatro. Pero los conozco desde hace un par de años, sé si están casados, qué les gusta... sí, tenemos una relación amistosa.

¿Ha tenido alguna vez un equipo ideal en el que quisiera estar? ¿Con el que soñaba de pequeño?
Bueno, entonces el ídolo en Alemania era Michael [Schumacher] que estaba con Ferrari y yo soñaba con la Fórmula 1, con poder pilotar un Fórmula 1 algún día, puede que competir o incluso ganar carreras y claro, soñaba con pilotar un coche rojo como el que llevaba Michael.

Pero después creces y entonces tuve la conexión con Red Bull. En ese momento no había ningún equipo que tuviera relación con Red Bull. Luego en cuanto me saqué el carnet fui a ver la fábrica a Milton Keynes, que era mi primera y única oportunidad de ver de cerca un Fórmula 1 entonces.

¿Cuál fue su primer coche?
Un BMW. Tuve mucha suerte porque entonces tenía el apoyo de Red Bull, pero también de BMW y en cuanto me saqué el carné tuve coche de empresa, un Serie 3.

¿Es usted amigo de Michael Schumacher?
De nuevo, amigo es una palabra muy fuerte, pero nos llevamos bien y creo que sí, se podría decir que somos amigos.

¿Qué le desea para su segunda temporada?
Bueno… él tiene sus objetivos, pero si acaba segundo detrás de mí, ya me va bien [ríe]. Le deseo lo mejor, claro. Todos estamos aquí para averiguar quién tiene el mejor coche, y yo todavía creo en él. Será un año largo y pueden cambiar muchas cosas de aquí al final de temporada. ¿Si le deseo que me gane? Pues no, claro.

¿Considera que le debe mucho a Red Bull?
Creo que estoy en muy buena situación. Tengo toda una historia con Red Bull. Tenemos un coche muy bueno y un equipo muy fuerte.

¿No piensa que pueda cambiar la situación?
Ahora mismo no pienso en cómo podría cambiar. De momento me va muy bien con Red Bull, pero si llegara el día que ya no estuviera a gusto o el coche no fuera bien...

Mi relación con la gente de Red Bull ha sido siempre muy abierta, yo conozco sus objetivos y ellos los míos. Creo que no me pondrían impedimentos si tuviera distintas expectativas. Pero naturalmente sé que no estaría en Fórmula 1 si no fuera por ellos, sé lo que les debo.

¿Cree que hubiera tenido las mismas oportunidades sin estar con ellos?
No, creo que no hubiera tenido las mismas oportunidades. Cada uno encuentra su propio camino para llegar a la Fórmula 1. Creo que no se puede planear, aunque desde fuera parezca fácil, nunca lo es. Si no hubiera tenido a Red Bull, puede que no hubiera llegado donde estoy.

Seguramente no sería un piloto de Red Bull Racing, porque igual no existiría. Si no hubiera tenido su apoyo, no sé si estaría en Fórmula 1 o no. No lo sé.

¿Qué experiencias importantes o grandes pilotos le han influido?
La primera experiencia que tuve en Fórmula 1 fue en 1993 ó 1994 en Hockenheim. Llovía muchísimo en los entrenamientos libres. Compramos entradas. No teníamos paraguas y anduvimos hasta la primera chicane. Nadie salía a la sesión libre, pero un coche salió y solo oír el coche fue fantástico, inolvidable. Ni se le veía con todo el agua que levantaba, pero la sensación, el sonido, era mucho mejor que en televisión. Siempre le digo a la gente que si puede vea al menos un gran premio en su vida en directo.

Luego, recuerdo la primera carrera que vi en televisión, que fue la única que ganó Senna en su país, en Brasil. No lo recuerdo muy bien, porque era muy pequeño. Rompió el cambio, se quedó sin una marcha toda la carrera. Pero ganó y acabó destrozado. Estaba destruido en el podio y no podía coger ni el trofeo... Y por último creo que voy a tener que nombrarme a mí.

Mucha gente dice que hay que cambiar el estilo de pilotaje debido a los neumáticos, ¿puede decirnos qué es lo que ocurre?
Es difícil de explicar, pero como todos los pilotos dicen, los neumáticos Pirelli tienen mucha degradación en las primeras vueltas. Los neumáticos delanteros no se degradan igual que los traseros. Depende como quieras tener el coche, pero tienes que adaptar un poco tu estilo de pilotaje, para manejar la situación al degradarse los neumáticos traseros.

No puedo explicar exactamente lo que hay que hacer, pero no es sólo ahora por los neumáticos sino siempre. Siempre tienes que escuchar al coche. Cuando compites estás tú y el coche, está también el equipo por radio, pero en la pista estás solo con el coche y tienes que trabajar con lo que tengas y adaptarte cada vuelta, todo el tiempo.

Otra cosa. Hace dos años, el día que se subió por primera vez al Red Bull en Jerez, aposté 50 euros por usted como campeón del mundo. La apuesta estaba 50 a 1. Estuve cerca, pero el doble difusor…
[Interrumpe riendo] Es verdad, el doble difusor te arruinó la apuesta.

¿Debería apostar por usted de nuevo este año a campeón del mundo?
No lo sé. Veo que no lo haces mal, así que te diría que sí.

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