El escocés, conocido en el ambiente por haber sido propietario de la escudería Arrows y director de Benetton, entre otras cosas, falleció este domingo a la edad de 63 años víctima de una larga y terminal enfermedad.
Walkinshaw se inició en el mundo del automovilismo como piloto de monoplazas, compitiendo en la Fórmula Ford y en la F3 británica hasta que un grave accidente que le causó la fractura de ambas piernas lo hizo cambiar de decisión dejando la butaca del coche, por el asiento de dirigente. Esto le llevó a dar el salto al campeonato de británico de turismos, primero de la mano de Ford y después bajo su propio equipo, el Tom Walkinshaw Racing. El rápido crecimiento de su equipo le obligó a retirarse para centrarse en la gestión del mismo.
Entonces apareció el Tom Walkinshaw que todos conocemos, el que realmente se tuteó con el éxito. Dirigiendo equipos en las categorías de turismos y en deportivos, Walkinshaw ganó las ediciones de Le Mans en 1988 y 1990 y tres campeonatos del mundo (1987, 1988 y 1991) con el equipo Jaguar. Éxitos que lo llevó a ser elegido como presidente del prestigioso British Racing Drivers' Club y lo llevó a la popularidad.
Benetton dio cuenta de él y lo reclutó también en 1991 para nombrarlo como director de ingenieros de la escudería a la que llegó acompañado por Ross Brawn (quien había trabajado para el Tom Walkinshaw Racing como diseñador). Y se podría decir que fue Tom Walkinshaw el hombre que ese mismo año capturó rápidamente a Schumacher para robárselo a Jordan tras su debut en el GP de Bélgica.
Sin embargo, y a pesar de la obtención del título en 1994 de la mano del káiser, Walkinshaw fue despedido debido a una serie de polémicas y la supuesta insistencia de Flavio Briatore por que terminase recalando en Ligier, escudería de la que era propietario. Walkinshaw compró el 50% a Briatore a pesar de tener la intención de hacerse con la totalidad, y un año después, en 1997, terminó adquiriendo su propia escudería de Fórmula 1: Arrows Grand Prix.
A punto estuvo de cumplir su sueño de ganar en su primer año. Haciéndose del flamante campeón mundial Damon Hill, que pese a consagrarse había sido liberado por Williams, ganaban el GP de Hungría, cuando en la última vuelta Damon se quedó sin caja, lo que le posibilitó a su ex compañero Jacques Villeneuve, que lo alcanzará y superara en los metros finales. El campeón llegó en el segundo lugar y tuvieron un primer año prometedor. Pero la supervivencia del equipo siempre estuvo supeditada a la llegada patrocinadores. Damon se fue en 1998 a Jordan y en 1999 llegó Pedro de la Rosa como un claro ejemplo de la situación, acompañado de Repsol.
Pero Arrows nunca pudo acomodarse financieramente y en la temporada 2002, y después del Gran Premio de Alemania, Walkinshaw decidió retirar su escudería en bancarrota del campeonato. Su compañía de competición, que llegó a tener más de 1000 empleados y una presencia global, también acabó quebrando. Walkinshaw se retiro sin victorias con nombre propio en la máxima categoría, pero con la victoria de haber dejado su nombre en la Fórmula 1 marcado para siempre.
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