Ross Brawn no es de esos líderes que abandonan un proyecto cuando los resultados no son los esperados. Llegó a Ferrari en 1997 y junto a Michael Schumacher tuvieron que trabajar duro, a destajo y sin vacaciones para ver sus frutos recién en 2000. Y miren lo que han conseguido, todo esto sin repasar sus pasados juntos en Benetton. De manera que esta dupla técnico-piloto, la más exitosa de la historia, sabe de qué se trata. Este jefe de equipo, estratega fundamental de los éxitos de Ferrari en la última década, no dejará Mercedes GP hasta que no lo deje donde corresponde.
Claro que hay mucho trabajo por delante. “Las circunstancias son diferentes,” respecto a cuando logró los títulos en 2009.
"En 2008 había 750 personas en Brackley y varios cientos en Japón para Honda. Ya no tenemos esos números. Es cierto que empezamos el desarrollo del coche de 2011 temprano, pero eso no significa que tengamos más recursos que los tres equipos que están delante de nosotros," asegura Ross, que descarta que se produzca una situación como la de 2009.
Si bien la mala temporada que tuvieron en 2010 hizo que adelantaran el trabajo en la fábrica con el W02, lo que podría suponer una ventaja para el conjunto de Brackley, como sucedió en el 2008 para 2009, Ross descree de que la historia se vuelva a repetir.
“No vamos a vivir ese cuento de hadas por segunda vez. Pero estoy seguro de que tendremos un coche muy bueno. Sólo sabremos lo bueno que es cuando lo pongamos en pista. Si es tan bueno como pensamos, nos organizaremos para desarrollarlo durante la temporada,” aseguró Brawn.
Algo está claro, “no me iré hasta que este equipo tenga éxito,” concluyó Brawn a Auto Motor un Sport.
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