El viernes pasado, cuando el Consejo Mundial del Motor anunció el cambio de motores para la temporada 2013, no sólo dio luz verde a una F1 mucho más ecológica y liviana, sino que abrió las puertas a aquellos constructores que por diversos motivos de la industria no se interesaban en el circo de Bernie Ecclestone.
“No hemos decidido nada, pero damos la bienvenida con entusiasmo a la decisión de la FIA. Las reglas del motor son un buen punto de partida para Volkswagen en Fórmula 1”, comentaba Hans-Joachim Stuck, el encargado de los deportes de motor de Volkswagen, al Bild am Sonntag.
Es que la nueva normativa, a implementarse en 2013, reducirá los presupuestos para los motores en al menos un cuarto de lo que actualmente se requiere para impulsar a un equipo de F1 y esto está visto con muy buenos ojos por muchas marcas que hasta hoy renegaban del gasto que generaba la máxima categoría del automovilismo mundial.
Además, el motor ‘downsize’ que se implementará dentro de dos temporada tendrá una reducción de un 35% en el gasto de combustible, 6.000 RPM menos y será apenas de 4 cilindros en V de 1,6 litros de inyección directa a alta presión, lo que despierta la demagogia de esta marca que desde hace un tiempo, como tantos otros, se colgó el cartel de ecológicos, cuando siguen construyendo coches alimentados a petróleo y no con energía eléctrica.
“Estamos encantados y damos la bienvenida a esta decisión. Esto no es simplemente genial para la Fórmula 1, sino para el conjunto de los deportes de motor y empujaremos de la manera correcta”, agregaba Stuck. Revelando que de hecho, “Ullrich Baretzky (de Audi, filial de Volkswagen) participó en los debates conjuntos sobre el futuro formato para el motor de la Fórmula 1.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario