La flamante contratación de la escudería Sauber, el mexicano Sergio Pérez, ha concedido una entrevista al diario La Afición de su país, donde contó sus expectativas y lo que ha venido sintiendo desde que se confirmó su debut en la Fórmula 1.
“Sabía que este año era mi última oportunidad de entrar a F1, si no lo hacía no lo iba a lograr. Si no lo haces en dos años dentro de GP2 la situación es difícil y fue un año difícil, duro, que no empezó nada bien. Hubo muchos problemas antes de que iniciara la temporada, muy poca gente se imagina eso. Era imposible ganarlo a pesar de la mentalidad. Con tantos errores, problemas, mala suerte, era más difícil, eso me dolió mucho,” reconocía el mexicano.
Pero entonces llegó Junio y el hombre que siempre banco su carrera le recordó que si quería sentarse en una butaca de F1 el año próximo tenía que mostrar lo mejor de sí por más imposible que estuviera el título, de manera que entonces apareció lo mejor del ‘checo’.
“A mitad de temporada ya empezaban las negociaciones con los equipos de F1, estaba cuarto o quinto, en ese momento Carlos Slim fue claro conmigo me dijo que estaba fuera de la mente de los equipos, que si no me metía a la pelea por el campeonato mi oportunidad se iba a ir”.
Y es aquí donde apareció la mejor faceta del mexicano, poniéndole algo más de color a un certamen que estaba siendo claramente dominado por el venezolano Pastor Maldonado. Terminó segundo en el campeonato y esto junto al inestimable apoyo de Telmex terminó por convencer al suizo Peter Sauber.
“La Fórmula 1 es un mundo de mucho dinero, entonces veían mucho interés por mí por toda la oportunidad de negocio que existe en México, estoy seguro que no dejan de verlo, pero he demostrado que soy un buen piloto, a mí nadie me ha regalado nada”.
¿Cuál es su deseo para su primer año en la F1?
“Espero estar consolidado en F1, que esté tranquilo, que tenga un buen futuro. Eso deseo. Tengo mucha fe en Dios, siempre rezo antes de subirme al coche, sea la situación que sea, siempre me encomiendo al Cristo de los Milagros".
“No sé que vaya a pasar. Me gustaría tener una carrera larga, unos 10 o 15 años en F1, pero tal vez, después de cinco años termino harto y la dejo, igual y después de este año me dice Sauber gracias,” concluyó.
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