Para el mandamás de la máxima categoría ni Ramón Carabante (Hispania), ni Richard Branson (Virgin) ni tampoco Tony Fernandes (Lotus) son los culpables de que la F1 haya mostrado miseria en las últimas filas de la parrilla. Si hay que indicar uno, ese tiene que ser Max Mosley.
“En lo que respecta a los nuevos equipos, sus problemas no fueron culpa suya, para ser justos. En realidad fue culpa de Max Mosley, al decirles que podrían entrar y ser contendientes por 30 millones de libras. Pero ahora ellos están aquí y, dado que no se pasean pidiendo limosna, es bueno tenerles,” declaraba Bernie Ecclestone en el prólogo del libro "El resumen oficial de la temporada 2010 de Fórmula 1”.
Y en esta línea, marco diferencias entre su amigo Max y su sucesor en el cargo de presidente de la FIA. “Jean Todt es completamente diferente a Max. Cené con él el otro día y estuvimos hablando de ello. Él ha visitado 51 países este año, así que ha estado viajando un poco. Siendo justos, ha dejado que la F1 siga adelante, lo cual es bueno.”
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